Dos de los nuevos fichajes del Chelsea, el exjugador del Atlético de Madrid Diego Costa y el exbarcelonista Cesc Fàbregas marcaron la diferencia en el primer partido de los de José Mourinho en la Premier League, en el que ganaron cómodamente al ascendido Burnley en su campo por 3-1, presentando sus credenciales para aspirar al título.
Fàbregas, antiguo centrocampista del Arsenal, dejó su huella durante todo el encuentro, participó en los tres goles y se asoció a la perfección con Eden Hazard en el centro del campo.
El Chelsea remontó tras encajar un tanto en el minuto 14, y en una media hora impresionante consiguió poner el marcador en 3-1 antes del descanso.
El segundo tiempo no tuvo mucha historia, aunque el Burnley, del que muchos esperan que pierda la categoría, tuvo un rendimiento creíble.
"Creo que tuvimos una buena reacción, y la primera parte de eso es que emocionalmente no nos vimos afectados por el gol que encajamos", dijo el entrenador portugués.
"Seguimos jugando del modo que queremos jugar, los jugadores mantuvieron la calma y nunca perdieron la compostura, y luego llegaron 20-25 minutos fantásticos con tres goles", agregó el antiguo técnico del Real Madrid.
Mourinho causó cierta sorpresa al optar por otro exjugador del Atlético de Madrid, el portero Thibaut Courtois, en lugar de Petr Cech, pero el belga demostró su calidad poco después del descanso evitando una clara ocasión de los locales.
El Burnley, cuya plantilla cuesta una pequeña parte de los 32 millones de libras que se ha publicado que el Chelsea pagó por Costa, sacó cierto consuelo de su actitud en la segunda mitad, pero apenas mostró peligro.
Didier Drogba jugó su primer partido oficial con el Chelsea en su segundo periodo en el club, para entusiasmo de los aficionados que viajaron desde Londres.
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