Fútbol

El Real Madrid arrincona a Khedira para forzar su venta tras negarse a renovar

Khedira, durante la sesión previa a la Supercopa | Reuters

La consecución de la Supercopa de Europa dejó un puñado de caras felices entre los jugadores del Real Madrid. La imagen dada y la contundencia del triunfo frente al Sevilla anticipan una temporada prometedora en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, entre tanta felicidad, hubo un gesto de desagrado y resignación. Sami Khedira se convirtió en el punto negativo de la noche merengue. El alemán se quedó fuera de la convocatoria en un gesto que anticipa las intenciones del club de aquí al 31 de agosto. Su negativa a renovar con los blancos ha provocado que la entidad quiera venderle a toda costa antes de que pueda salir libre el 30 de junio del año que viene. De ahí que le arrinconaran en la grada del Cardiff City Stadium donde vivió el que podría ser su último título como jugador del Real Madrid.

Su ausencia de la lista oficial del partido fue, en parte, una sorpresa, toda vez que el otro candidato a salir antes de que acabe el curso, Ángel Di María, sí que estuvo entre los 18 jugadores que pudo usar Ancelotti. Es verdad que el argentino no jugó ni un minuto, pero el hecho de verle en el banquillo y no entre el público es toda una declaración de intenciones por parte del italiano y del propio Real Madrid.

Mientras que 'Carletto' cuenta con el 'Fideo', no lo hace con un Khedira que, para colmo, ha visto como el club ha fichado a más mediocampistas que le dificultan tener minutos.

Además, en la directiva no ha sentado nada bien el juego que él y su representante se han traído entre manos en los últimos meses.

La estrategia de ambos era sencilla: no responder a la oferta de renovación del Real Madrid y esperar a la finalización del Mundial para reclamar más dinero a los blancos y sacar tajada económica bien de esta ampliación de contrato, bien de una posible venta inmediata en caso de que no hubiera acuerdo.

El problema es que el club no ha presentado contraoferta alguna y desde fuera no hay propuestas que satisfagan los deseos del jugador. Un panorama que, lejos de invitar a Khedira a aceptar la primera propuesta merengue, le ha hecho optar por el plan C, esto es, quedarse un año más en Madrid y salir gratis en 2015 a cambio de un buen contrato.

El problema es que, tal y como se ha visto en Cardiff, el jugadro se arriesga que darse todo el año en la grada, lo que le haría bajar su caché e incluso poder ausentarse de la selección alemana. Ante este panorama, en el Real Madrid creen que Khedira se verá forzado a bajar sus pretensiones y aceptar su venta, aunque el sueldo que le ofrezcan no sea el que él quiere. Así, el equipo lograría algún rédito económico del jugador y, de paso, lanzaría un mensaje al resto de la plantilla: en un pulso de estas características son los blancos los que llevan siempre las de ganar.

Ahora hay que esperar para comprobar si la estrategia finalmente funciona. Por ahora no hay oferta sobre la mesa por el mediocampista, si bien se espera que lleguen en los próximos días ante la inminente conclusión del mercado estival. El Real Madrid estaría dispuesto a aceptar una oferta que rondase los 15-20 millones de euros.

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