A priori era uno de los imprescindibles, una pieza fundamental, un pilar del equipo. La pasada temporada su renovación fue un calvario para el club y un alivio para Carlo Ancelotti, porque sin él, no veía posible la mejoría del equipo. Sin embargo, apenas en pocos meses, toda ha cambiado y ahora el Real Madrid estaría incluso dispuesto a escuchar ofertas por Xabi Alonso.
La explicación está en el actual estado de forma del tolosarra. Aunque acortó parcialmente las vacaciones que le correspondían tras disputar el Mundial con España para adelantar su puesta a punto en la disciplina blanca, lo cierto es que días después, informa El Confidencial, el cuerpo técnico ve con preocupación la poca fuerza del jugador en los ejercicios así como una remarcable pérdida de peso.
Estas circunstancias habrían supuesto un fuerte impacto negativo en el club, desde donde, siempre según El Confidencial, se habría decidido atender las diversas ofertas que lleguen por el jugador por si alguna merece excepcionalmente la pena. Desde la planta noble del Bernabéu saben que a sus 32 años y con su bagaje y experiencia, el nombre de Alonso es cotizado en el mercado internacional.
Otro hecho que propiciaría su salida es el atasco de centrocampistas que tiene Ancelotti con la llegada de James Rodríguez y especialmente de Toni Kroos. A falta de saber qué decide finalmente el club con Khedira, jugadores como el del propio Kroos o Modric adelantarían a Alonso en la confección del once de esta temporada, pasando de ser un fijo del equipo titular a disputar muchos menos minutos.
De salir adelante la operación, el Madrid ya tiene en cartera el nombre Luiz Gustavo. El brasileño ya lleva semanas sonando como posible recambio de Khedira en el conjunto blanco, y ahora lo podría ser también del '14' madridista.
A falta de poco más de tres semanas para que cierre el mercado de fichajes, el Madrid aún no ha cerrado su plantilla de forma definitiva. A la espera de más movimientos, la posible salida de Alonso es una opción, pero no una de las operaciones prioritarias que baraja Florentino Pérez.
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Un enemigo desconocido