Víctor Valdés vive una anómala situación. Tras lesionarse de gravedad en su rodilla a finales de marzo, lo que parecía una segura marcha al Mónaco se quedó en entredicho. Algo que finalmente tomó visos de realidad con las declaraciones del director general del equipo monegasco.
"Hemos negociado con Valdés, pero está lesionado, no puede unirse a nosotros", afirmaba Vladim Vasilyev. A pesar de la amenaza del agente de Valdés, Ginés Carvajal, advirtiendo de que existe un contrato en vigor por cuatro años que hay cumplir, la realidad es que el catalán no tiene equipo en este momento.
Según SportYou, los abogados del cancerbero estudian la situación. Víctor se encuentra en un extraño vacío legal. Sus servicios legales quieren basarse en el artículo 18 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA para defender la validez del contrato.
Este artículo recoge que "la validez de un contrato no puede supeditarse a los resultados positivos de un examen médico y/o a la concesión de un permiso de trabajo".
Por esta razón, Valdés vive entre dos tierras. Por un lado, el club con el que tenía firmado un contrato se ha desvinculado unilateralmente. Por otro, no podría firmar por ningún nuevo conjunto, ya que en virtud del artículo anteriormente citado la razón argumentada por el Mónaco no sería suficiente para rescindir el acuerdo firmado.
En esta situación, y mientras se dirime quién lleva razón, Víctor Valdés corre el riesgo de quedarse esta temporada en blanco. Ahora solo piensa en recuperarse y ya trabaja en ello. El objetivo es acortar los plazos lo máximo posible siempre que ello no signifique una recuperación con riesgos. Ésa es su única preocupación, mientras se mantiene en un vacío legal que podría resolverse en los tribunales.
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