Fútbol

Los tres problemas ocultos en la plantilla del Real Madrid

Benzema y Di María, dos de los jugadores afectados por las renovaciones | Reuters

El Real Madrid consiguió hace apenas un mes y una semana uno de los mayores hitos de su historia. La consecución de su décima Copa de Europa (el primer club que logra esta cifra de entorchados continentales) desató la locura en un club obsesionado con este título.

Hoy, sin embargo, tiempo después de aquello, la gesta de Lisboa se ha transformado en un inconveniente para la gestión del conjunto merengue. Las peticiones de renovaciones tras este éxito se agolpan en las puertas del Bernabéu y amenazan con provocar un puñado de salidas durante el mercado estival.

Y es que en Concha Espina no están dispuestos a aceptar las condiciones que piden algunos de sus jugadores y, por ello, no se descarta sus salidas.

Cinco son los futbolistas que, a día de hoy, tienen procesos de renovación abiertos o exigen que se abran para mejorar sus emolumentos. Hablamos de Sergio Ramos, Fabio Coentrao, Benzema, Di María y Khedira. De ellos, tres representan un problema oculto para la plantilla merengue.

En el caso de los dos primeros todo apunta a que habrá mejora de contrato sin que existan fricciones entre ambas partes. Sergio Ramos dará un salto en su salario hasta percibir casi diez millones de euros netos por temporada. Esto es; colocará su sueldo al nivel de Bale y sólo por debajo de Cristiano Ronaldo.

Coentrao también subirá su salario después de que el club le haya ofrecido una renovación no tan elevada como la del zaguero andaluz, pero igualmente interesante. El luso colocará su salario cerca de los tres millones de euros limpios por curso. A partir de aquí llegan los problemas.

Los casos de Benzema y Khedira

Karim Benzema representa el más complejo de todos. El francés llegó al Real Madrid en 2009. Firmó por seis temporadas, lo que hace que quede libre el año que viene.

El club le ha puesto sobre la mesa una subida salarial que situaría sus emolumentos en los siete millones limpios, pero al galo le parece poco. Su propuesta es percibir nueve millones limpios por temporada, una cifra que desde el Bernabéu no están dispuestos a asumir y que podría abrirle las puertas de salida, toda vez que, a partir de enero de 2015 será libre para negociar su salida a coste cero con el equipo que quiera. Las llegadas de Falcao y James Rodríguez aseguran al club un posible recambio de garantías al actual 9 madridista.

Un caso parecido es el de Khedira. El mediocampista alemán también tiene una oferta de renovación encima de la mesa, pero aún no ha dado respuesta a la proposición blanca. Su agente quiere esperar a que termine el Mundial para tratar de sacar más dinero al club, algo que no gusta en el Bernabéu después de que apenas haya intervenido en toda la temporada por una lesión de rodilla.

De ahí que, al igual que sucede con Benzema, el club no descarte su venta para incorporar a Kroos e incluso a algún medio de corte similar al del germano, como Pogba o Verratti.

La insistencia de Di María

El caso más anómalo, pero también más repetido, es el de Di María. El mediocampista firmó su ampliación de contrato en hace apenas dos años, en 2012. Aquello que supuso una excepción en la política de renovaciones habitual. El Real Madrid suele negociar estos contratos sólo cuando están a punto de expirar, esto es, a uno o dos años vista.

Con Di María, sin embargo, no se respetó esta norma. El argentino llegó en 2010 y firmó por seis temporadas, esto es, hasta 2016. A priori el Real Madrid no debería haber negociado su ampliación de contrato hasta 2014 o 2015. Sin embargo, sus reiteradas peticiones de mejora y la intermediación de José Mourinho ablandaron las posturas del club y el 'Fideo' firmó un nuevo acuerdo hasta 2018, con la consecuente mejora en su sueldo.

Pues bien, pese a aquella excepción, Di María ha vuelto a la carga. El jugador cree (con razón) que esta temporada ha sido clave en la consecución de la Décima. Una buena temporada que rubricó precisamente en la final de Lisboa y que está perpetuando con un buen Mundial. De ahí que entienda que le ha tocado, otra vez, la hora de pasar por caja.

En el club empiezan a estar cansados de esta actitud y aunque su confianza en él es total, también entienden que empiezan a ser ya demasiadas las ocasiones en las que el futbolista y sus agentes (uno de ellos, Jorge Mendes) llaman a la puerta del palco pidiendo más dinero. De ahí que tampoco se descarte su salida, en esta ocasión, para facilitar un intercambio con James Rodríguez, el ariete del Mónaco que se está convirtiendo en la revelación del Mundial.

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