Los aficionados del Barça y del Mónaco se despertaron este martes con una información sorprendente para ambos equipos. El no-fichaje de Víctor Valdés por los monegascos impactó a unos y a otros. Según el diario francés L'Equipe, el Mónaco ha decidido no hacerse finalmente con sus servicios ante los problemas y dudas que genera el estado de su rodilla, operada a mediados de febrero por una inoportuna rotura de ligamentos.
Aunque el precontrato firmado por ambas partes antes de la lesión parecía que se respetaría hasta las últimas consecuencias, lo cierto es que el multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev, dueño de la entidad, ha preferido no invertir los 40 millones de euros previstos en el portero catalán (ése sería su sueldo neto para las próximas cuatro temporadas) para buscar un suplente que compita con el croata Subasic.
Una decisión que deja a Valdés sin equipo a partir del 30 de junio y que plantea una duda que apunta a la directiva del Barça ¿Debería plantearse la entidad que preside Bartomeu la 'recontratación' del arquero de Hospitalet?
Porque, no lo olvidemos, el conjunto culé sigue sondeando el mercado para fichar a un segundo arquero que compita con Ter Stegen por la titularidad. El elegido, tal y como ha desvelado el presidente de la Real Sociedad, es Claudio Bravo, arquero chileno de los txuri-urdin. Aunque la operación está avanzada, aún no se ha cerrado, lo que daría opciones a que el Barça se replanteara repescar a Valdés.
Una alternativa que ya propuso públicamente el propio Bartomeu cuando se produjo la desafortunada lesión del guardameta culé.
"Valdés más que la renovación, le hemos dicho que tiene el club a su disposición. Es un mal momento. Está preocupado por la lesión y por la operación, y a partir de entonces, veremos, pero tiene al Barça a su disposición.No tenemos constancia de que haya firmado por otro club y nos encantaría que se quedase aquí", dijo el dueño del sillón presidencial al poco de saberse el alcance de la dolencia.
Hoy por hoy, con todo, parece complicada que esta postura se mantenga, en primer lugar, porque el Barça está pleno proceso de renovación ya no sólo deportiva, sino también de liderazgos. La llegada de Luis Enrique supondrá la salida de algunas vacas sagradas para dar paso a nuevas caras que refresquen el viciado ambiente del vestuario blaugrana. Además, repescar a Valdés supondría aumentarle los emolumentos, algo que provoca dudas ante la gravedad de su lesión.
Una lesión de la que podría estar recuperado allá por el mes de octubre. Hasta entonces, sería Ter Stegen el dueño de la portería blaugrana.
¿Y después? ¿Qué pasaría después? Si el alemán hiciera una buena actuación, sería complicado sentarle en el banquillo para que jugase Valdés y, en caso contrario, si Valdés fuera el suplente, también se generaría polémica ante el hecho de tener a un peso peso pesado como el internacional español en el banquillo.
A todo este cóctel habría que sumar el temor culé a que se produjera algún contratiempo con Ter Stegen antes de que Valdés se recuperase (Masip sería el titular) y los recelos que ha generado en la afición la actitud del propio Víctor en los últimos meses. Cabe recordar que el arquero se fue a Alemania antes de que acabara el curso y con el club jugándose la Liga para recuperarse de su dolencia, algo que no se entendió muy bien en la Ciudad Condal.
Así pues, y salvo sorpresa, la vía abierta a la recontratación de Valdés parece, a día de hoy, bastante complicada, aunque tratándose de fútbol, nada de sabe.
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