Fútbol

Brasil se apura para tener las obras listas antes del Mundial

Por Brad Haynes

SAO PAULO (Reuters) - A solo unos días del inicio del Mundial, Brasil se apura para dejar listos sus estadios, aeropuertos, carreteras y redes de telefonía antes de la llegada de miles de aficionados al país.

Los aeropuertos de casi todas las 12 ciudades anfitrionas siguen llenos de obreros que trabajan en la ampliación de aparcamientos y mostradores, en medio de nubes de polvo procedentes de las obras retrasadas.

Los asientos provisionales del estadio de Sao Paulo en el que se disputará el partido inaugural el 12 de junio todavía no se han probado bajo el peso total de los hinchas.

Hasta ahora, se han entregado sólo la mitad de los proyectos prometidos para el Mundial y muchos de ellos sólo están parcialmente terminados, en un país amante del fútbol pero que cada vez duda más de los beneficios de organizar el acontecimiento.

La presidenta Dilma Rousseff ha prometido que el país estará listo a tiempo, a pesar de que ha reconocido retrasos en algunos grandes proyectos.

"Nadie hace una (línea de metro) en dos años. Bueno, tal vez China", dijo Rousseff el martes en una entrevista con medios extranjeros, calificando los retrasos como "el coste de nuestra democracia".

Las advertencias y la prisa para terminar a tiempo son algo habitual antes de los Mundiales y de los Juegos Olímpicos y, en general, los países anfitriones logran acallar las críticas. Pero aun con esos estándares, Brasil está demasiado al límite.

En enero, el presidente de la FIFA, Josepp Blatter, dijo que Brasil estaba más retrasado que cualquier otro país organizador que pudiera recordar, aunque ahora tanto él como otros responsables de la FIFA tienen un tono más optimista.

El pentacampeón Brasil es el favorito para quedarse con el título y, si lo consigue, la afición local organizará un fiesta memorable. Pero para los organizadores aún es muy pronto para celebraciones.

Los trabajadores en Sao Paulo y Natal han pasado la última semana instalando asientos en los estadios que tenían que estar listos en diciembre.

Y aún con los nuevos aeropuertos ya terminados, las terminales prometidas para el Mundial podrían no usarse para el torneo porque han sido entregadas con muy poco tiempo para la inspección.

Pero, decidida a destacar las señales de progreso, Rousseff ha afirmado que las obras son inversiones a largo plazo y ha inaugurado varias de alto perfil, aunque algunas de ellas aún están en construcción.

El domingo, la presidenta celebró la apertura de un carril de autobuses de 700 millones de dólares por Rio de Janeiro, que va desde el aeropuerto, en la salida norte de la ciudad, hasta una playa en el lado sur.

Sólo la mitad de las estaciones están abiertas y sólo dos de siete líneas de buses previstas estarán listas a tiempo para el Mundial.

"No estamos construyendo aeropuertos o proyectos de esta escala para el Mundial. Lo hacemos para todos los brasileños", dijo Rousseff.

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