
La llegada de Luis Enrique al Barcelona deja la situación de Xavi Hernández en el alambre. En su primera rueda de prensa, el entrenador asturiano aclaró que esperaría a la vuelta del jugador del Mundial de Brasil para hablar con él y concretar las posturas de cada uno.
Pero Luis Enrique tiene dudas sobre el jugador de Terrasa. Tal y como informa El Confidencial, no está seguro de cómo encajaría un panorama en el que ya no tuviese tanto peso en el juego del equipo ni protagonismo en las alineaciones. Teme que ambas cosas puedan afectar a un vestuario que, como misión principal, tiene renacer de su cenizas a través de una renovación que implica la ausencia de egos.
Respecto a lo primero, piensa que Xavi no está para ser titular, y que el proyecto necesita que su papel a partir de ahora sea más secundario. El catalán tiene 34 años y lleva 16 jugando a máximo nivel, algo que repercute físicamente en su rendimiento, más en un jugador cuya tarea en el campo es tan importante.
En cuanto a lo segundo, no Luis Enrique no está seguro de que Xavi acepte de buen grado ser relevado a un descanso obligado: aparecer en algunas segundas partes y disputar solo una porción de los partidos como titular. Incluso no salir ni a calentar en alguno de ellos.
'Lucho' no quiere crear un mal ambiente en el vestuario, y que este clima pueda deberse a una mala decisión con Xavi. Por eso, va a esperar a la charla con el jugador y después actuar en consecuencia. Pero las ideas que tiene en la cabeza son fijas: nadie le convencerá de lo contrario. Tiene claro cuál deberá ser el perfil de Xavi este año en el equipo.
Si a Xavi esta explicación no le fuese satisfactoria, podría abrir la puerta a un retiro dorado en el que agotar los últimos años de su carrera. Catar y EEUU son los países que suenan para ello. La intención de Xavi es seguir en el club, pero si sus expectativas no se ajustan con las de Luis Enrique, la marcha de uno de los iconos del barcelonismo moderno se podría producir esta misma temporada.