
El Atlético de Madrid lamenta este domingo la derrota en la final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, sufrida en la prórroga de la final de Lisboa.
Los aficionados colchoneros repasan horas después del encuentro las acciones más destacadas, y entre todas ellas destaca claramente una: el gol de Sergio Ramos en el minuto 93 que envió el partido a la prórroga.
El árbitro del encuentro, el neerlandés Björn Kuipers, había dado cinco minutos de añadido en el encuentro. Sin embargo, los aficionados del Atlético reclaman que no había motivo para tanto. En realidad, únicamente se habían producido cinco cambios, equivalentes a dos minutos y medio, y escasas pérdidas de tiempo por lesiones y otros motivos.
Si bien es cierto que en este tipo de finales se suele dar algo más de tiempo de descuento que en partidos convencionales, los cinco de añadido parecieron excesivos a quienes finalmente sufrieron la derrota, quedándose a un minuto y medio de la gloria según el tiempo decretado por la tablilla del cuarto árbitro.
Cabe plantearse cuánto tiempo debía haber añadido el colegiado, y si realmente el tanto de Sergio Ramos estuvo dentro del margen que se debería haber dado como razonable. Lo único evidente es que la historia ya no se puede cambiar. El tanto de Ramos valió y la prórroga fue blanca. Y eso pasará a la historia como la cronología de la Décima.