
Andoni Zubizarreta se ha convertido en el hombre encargado de liderar el cambio de ciclo que se espera en el FC Barcelona. El director deportivo culé asumió ese reto cuando Josep María Bartomeu le pidió, en el tramo final de temporada, que comenzara a planificar los cambios del nuevo Barça.
El propio Zubizarreta reconoció esta nueva responsabilidad ayer en la presentación de Luis Enrique. Cogerá este nuevo reto con energía. Se ve capacitado y cree que se puede conseguir siempre y cuando se den las condiciones adecuadas para que salgan adelante. Y entre esas condiciones están la del secretismo absoluto en muchas de las operaciones que se están preparando.
Secreto que, en el Camp Nou es complicado de mantener. Hay 'chivatos' y Zubizarreta lo sabe. Es más, lo ha comprobado con hechos contrastados después de la reunión de junta extraordinaria del pasado lunes, la misma en la que se comunicó la decisión de fichar a 'Lucho', amén de traer a Ter Stegen, Rafinha y Deulofeu.
En ella Zubizarreta también comunicó algunos detalles más de por donde iría la línea de la planificación deportiva. Los datos más relevantes apuntaron no tanto a nombres, como a intenciones. Zubi dijo ante sus jefes que él no era partidario de fichar un portero y un delantero centro como ha reclamado Luis Enrique.
Expuso los porqués y cerró el asunto sin darle más vueltas. Apenas 48 horas después de la reunión, los detalles al respecto de este asunto aparecieron publicados con todo tipo de detalles (frases textuales incluidas) en la prensa deportiva catalana. Alguno de los presentes en la reunión se lo había comunicado a los periodistas La filtración, con todo, no pilló por sorpresa a Zubizarreta.
Desde que comenzara el proceso de renovación culé, muchos miembros de la cúpula directiva blaugrana se han mostrado muy molestos con Zubi ante su constante negativa a revelar cualquier atisbo de plan en cada una de la reuniones en las que, supuestamente, tenía que informar de estos datos a sus superiores.
De hecho, apenas dos o tres jefes culés saben de boca del director deportivo las líneas de actuación futuras. Uno de ellos es Bartomeu, quien tampoco suelta prenda antes sus compañeros de Junta.
Es una petición expresa de Zubi, sabedor de que cualquier información que caiga en manos de estos directivos y que sea filtrada puede hacer mucho daño a los procesos de negociación abiertos.
De ahí que no se haya revelado ni un sólo dato. Y la mejor prueba del motivo se produjo con esta última filtración.
Afortunadamente para el Barça, que saliera a la luz esta información no es demasiado perjudicial para el club. Sin embargo, viene a demostrar la firme idea de Zubizarreta de que es necesario controlar todos los procesos que se abran de ahora en adelante para que no salten al ruedo de los medios con la facilidad con la que a los 'chivatos' del Barça le gustaría.