
El meta barcelonista Víctor Valdés, lesionado desde finales de marzo, se ha despedido este lunes de la plantilla y del cuerpo técnico del club con un breve discurso en el vestuario.
Según ha informado Mundo Deportivo, el portero, que se recupera tras haber sido intervenido de una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, se ha personado en el vestuario, ha recogido una serie de efectos personales y se ha despedido de sus compañeros, los entrenadores y parte del personal que trabaja a diario con el equipo.
El meta, que finaliza contrato al término de la presente temporada, ya había anunciado hace meses su deseo de emprender una nueva aventura y seguramente tendría ligado su futuro con el Mónaco.
Queda por saber el modo en el que Valdés se despedirá de la afición, ya que el Barcelona disputará su último partido de esta Liga el próximo sábado ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou. Desde el club, por el momento, solo está previsto un homenaje al capitán Carles Puyol, que se celebrará el próximo jueves.
Sin esperanzas
Con esta despedida, Víctor Valdés borra de un plumazo las esperanzas que el Barcelona aún depositaba en que se echase atrás en su decisión de abandonar el club. Su lesión de rodilla abría un nuevo panorama en el que el cancerbero podría haber tomado otra decisión debido a la mayor dificultad de encontrar un nuevo destino encontrándose lesionado.
"Valdés más que la renovación, le hemos dicho que tiene el club a su disposición. Es un mal momento. Está preocupado por la lesión y por la operación, y a partir de entonces, veremos, pero tiene al Barça a su disposición. No tenemos constancia de que haya firmado por otro club y nos encantaría que se quedase aquí", aseguró Josep María Bartomeu hace varias semanas al respecto.
No obstante, con su acto de hoy, el de Hospitalet parece dar carpetazo a su etapa en Barcelona. Ahora, para él queda lo más difícil: escoger sitio para cambiar de aires tras casi 12 años en el primer equipo culé.