
La final de la Champions medirá en Lisboa el próximo 24 de mayo a Real Madrid (los blancos ejercerán de locales) y Atlético de Madrid o, lo que es igual, pondrá cara a cara a los que se pueden considerar hoy en día los dos mejores porteros del mundo, esto es, Iker Casillas y Thiebaut Courtois.
Este último demostró anoche que, salvo que la cita del Estadio da Luz dictamine lo contrario, él es líder momentáneo de esta clasificación virtual por ser el guardameta con más calidad del planeta y el que más juega frente a un Iker 'castigado' en Liga.
El belga estuvo sublime ante un Chelsea que, dentro de su planteamiento defensivo, tuvo un buen puñado de ocasiones. Los blues aprovecharon la dinamita que juega en su delantera para buscar en un puñado de ocasiones a los rojiblancos y en todas y cada una de ellas se encontraron con un Courtois épico. Especialmente destacada fue su actuación en la segunda parte y más en concreto en lo que Mourinho llamó el minuto decisivo del partido.
En realidad fueron cinco, los que transcurrieron entre un cabezazo sublime de Terry y el penalti que acabó transformando Diego Costa para poner 1-2 a los suyos.
El crono señalaba el 54' cuando el defensa central inglés conectó un magnífico testarazo. La pelota fue al palo y en el rechace, Courtois, no se sabe de donde, sacó una mano mágica, abajo, que evitó un gol cantado.
Luego llegó el tanto de Costa y el partido se puso vertical para los de Mourinho. Pese a ello, Courtois aún tendría tiempo para realizar un par de intervenciones más y en especial, sacarse un paradón de su pierna derecha, con la que despejó un mano a mano entre él y su compatriota Hazard.
Sobresaliente partido del joven guardameta que ya en la ida o contra el Barça demostró porqué es el máximo candidato a ocupar el puesto de mejor portero del planeta y robarle, así, el trono a Neuer (ganó el premio de la FIFA en 2013) y a Casillas (empeñado en recuperarlo este año).Porque Iker está haciendo un curso fantástico.
El año del retorno de Iker
Apartado de la Liga por Ancelotti (ahí domina un Diego López también inspirado), el de Móstoles no sólo no ha notado la falta de ritmo competitivo, sino que se ha crecido en los momentos más importantes recordando al portero que casi siempre fue, esto es, un portero de leyenda.
En la vuelta de semifinales no tuvo apenas trabajo, pero en la ida salvó el empate de los bávaros con un paradón a Götze. Antes, contra el Borussia Dortmund, dejó un recital de estiradas que evitaron el pase de los germanos. E incluso frente al débil Schalke dejó la que podría ser mejor parada de la Champions en este curso. Su acción contra Drexler será recordada durante muchos años.
Así pues, Lisboa ya espera a Real Madrid y Atlético al tiempo que prepara la batalla de las porterías, ésa que dilucidará si será Courtois o Casillas el encargado de gritar al cielo de Portugal que él ya no sólo es el rey de Europa, sino también del mundo en su trabajo: sacar de la meta balones imposibles.