Thibaut Courtois es uno de los mejores porteros del momento. Con solo 21 años, se ha convertido en el oscuro objeto de deseo de los mejores clubes de Europa y uno de los pilares fundamentales del Cholo Simeone. Y, paradójicamente, también se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Atlético de Madrid.
Porque, tras cargar a su equipo durante buena parte de la ida del partido de cuartos de Champions contra el Barcelona y asistir como un espectador de lujo a la debacle blaugrana en el Calderón, el belga podría perderse las semifinales en caso de que el sorteo de mañana emparejase a los colchoneros con el Chelsea de Mourinho, el club al que pertenece.
La razón es puramente económica: en el contrato de cesión firmado con el equipo londinense este verano, se introdujo una cláusula por la que Courtois solo se vestirá de corto ante el Chelsea si el Atlético desembolsa una cantidad de dinero, algo que el diario Marca desveló hace varias semanas. Tras la eliminatoria ante el Barcelona, Enrique Cerezo, presidente atlético, fue bastante pesimista al respecto: "Es una cifra que no podemos pagar".
En lo que se refiere a esta cifra, se manejan varias cantidades que abarcan desde los 600.000 hasta los 10 millones de euros. Ha cobrado fuerza la que asegura que la entidad del Manzanares debería pagar tres millones de euros por cada partido. Una cantidad que parece inasumible para los rojiblancos.
Por esta razón, un hipotético enfrentamiento con el Chelsea en semifinales sería un duro varapalo para el equipo del Cholo, que se ha resentido siempre que el belga ha sido baja. La derrota en Almería con una actuación muy discutida de Dani Aranzubía y la eliminatoria de Copa contra el Real Madrid son dos ejemplos claros del impacto de una baja como la Courtois en el flamante semifinalista de Champions.
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La promesa de Mou