
El fútbol es caprichoso. Tanto, que el futuro de Iker Casillas, capitán del Real Madrid, podría estar en manos de Víctor Valdés, su compañero en la selección española de fútbol y arquero del eterno rival, el FC Barcelona.
Valdés se encuentra inmerso en la búsqueda de un nuevo destino que, pese a lo filtrado en meses anteriores, no es del todo fijo. Y es que el acuerdo que rubricó con el Mónaco el verano pasado podría romperse ante sus deseos por marcharse finalmente al Manchester City.
Aunque hay problemas económicos para dar este paso (el Mónaco exige una indemnización que podría rozar los 10 millones de euros), lo cierto es que la alternativa del City no parece en absoluto descartada.
Valdés, según las filtraciones surgidas al respecto, no está del todo convencido de las opciones competitivas que le ofrece un Mónaco que camina segundo en la Ligue 1 francesa, pero que está teniendo más problemas de los previstos para mantenerse en la zona alta de la tabla. De ahí su volantazo.
¿Qué tiene que ver esto con la decisión de Casillas? Es sencillo. El City era otro de los equipos que estaba llamando a la puerta del Mostoleño en caso de que finalmente abandone el Real Madrid. De confirmarse la llegada de Valdes al Etihad Stadium, a Iker ya sólo le quedaría una 'novia' en Inglaterra: el Arsenal de Arsene Wenger.
El interés de los londinenses no es nuevo y, de hecho, el entorno de Casillas nunca ha negado que es una opción que le gusta mucho toda vez que le ofrece no sólo un proyecto competitivo, sino la presencia de viejos conocidos (como Cazorla, Monreal, Arteta y Özil) y una ciudad cosmopolita donde desarrollar una nueva vida familiar junto a su pareja y a su recién nacido hijo.