
El FC Barcelona todavía vive impactado por la comparecencia que este miércoles ofreció Carles Puyol.
El eterno capitán culé (lleva 15 temporadas en el primer equipo, 19 si tenemos en cuenta desde que entró en la cantera) abandonará el Camp Nou a final de campaña después de dos temporadas de problemas físicos derivados de sus lesiones.
El anuncio, hecho público en una intervención sorpresa y sin preguntas, no pilló de sorpresa al Barça. De hecho, tal y como contó EcoDiario.es hace unos días, se daba por descontado desde hace ya tiempo.
Sólo hacía falta saber si se daría en forma de retirada o de fichaje por otro club, extremo éste que 'Puyi' no quiso confirmar ayer ante el casi medio centenar de periodistas que escuchaban atentos sus palabras.
Sin embargo, y pese a que la noticia era esperada, el modo y el tiempo de anunciarlo sí que supondrá un problema para la entidad culé en uno de sus grandes objetivos de los últimos tiempos: reforzar el centro de la defensa.
Y es que desde hace dos temporadas el Barça ha ido añadiendo mil y un nombres a la lista de futuros candidatos con los que sustituir en el futuro a Puyol y, de paso, cerrar alguno de los problemas defensivos que han ido creciendo en los últimos tiempos.
Así pues, nombres como David Luiz, Thiago Silva o Hummels se han convertido en 'seriales' de los últimos veranos sin que, en verdad, se hayan producido avances significativos para resolver este problema.
Bien porque las cifras que manejaban los clubes de origen eran desorbitadas, bien porque el Barça acabó apostando por los de casa, lo cierto es que, finalmente, ese ansiado central nunca llegó.
Y ahora más que nunca el Barça tendrá que buscarlo ya no como una previsión de futuro, sino como una necesidad imperiosa que, obvio, jugará un papel clave en la negociación de ése fichaje.
Dicho de otro modo, los clubes que quieran vender a sus jugadores aumentarán la petición de dinero que le harán al Barça si no supieran que se quedan sin Puyol. Curiosamente éste verano el cuadro que ahora dirige Josep María Bartomeu pudo cerrar este verano la incorporación de David Luiz, si bien fue el propio Tata Martino el que frenó el proceso ante lo que era su confianza ciega en Puyol.
Ahora el tiempo se ha revelado en contra de una decisión que podría acabar costándole más de lo esperado a las arcas barcelonistas.