Fútbol

Modric lucha con Iniesta y Cesc Fàbregas por ser el mejor medio de la Liga

Iniesta y Modric, en el último Clásico de Liga | EFE

Modric es, con permiso de Jesé, el hombre de moda en el Real Madrid. El centrocampista croata ha convertido sus participaciones con el conjunto blanco en un repertorio de cómo debería jugar todo centrocampista de carácter ofensivo o creativo como es él. Y no sólo por su capacidad de generar fútbol, sino también para cortar los ataques de los equipos rivales o ordenar tácticamente a los suyos.

Frente al Getafe (amarilla forzada aparte), el 19 merengue volvió a hacer de las suyas en una actuación que, además, completó con un gran gol desde fuera del área. Es, hoy por hoy, la única manera como sabe marcar. Todos y cada uno de los goles que ha marcado (algunos de ellos, golazo, como el que le hizo al Copenhague) los ha hecho fuera de la zona de castigo, otra prueba más de su peso en el equipo de Ancelotti. Cuando las cosas se ponen feas, siempre puede abrir la lata desde cualquier posición.

Sin embargo, esta no es su mejor cualidad. Lo suyo es el pase. Bien en corto, bien en largo. Sea como sea, disfruta haciendo virguerías que son especialmente llamativas cuando toman forma de desplazamientos con el exterior, donde se luce con especial frecuencia. Hasta ayer había dado 1364 pases en Liga y de ellos, 1203 fueron malos. Sólo ha fallado en 161 en 23 partidos, esto es, sólo siete por encuentro. Bestial

Pero es que, además, Modric sabe recuperar el esférico cuando la situación así lo requiere. Un sacrificio que en el Bernabéu le hace ganar enteros y que lo convierte en un imprescindible para Ancelotti por delante, quien sabe, si de Khedira cuando el alemán vuelva a tope.

Sumando Liga, Champions y Copa ha robado 175 balones, a una media de 5'5 robos por partido. Una estadística alta si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en el Barça, Busquets acumula 8'5, sólo tres más que el mediocampista del Real Madrid.

Precisamente en el Barça están los dos jugadores que parecen competir esta temporada por ser el mejor medio del campeonato. Uno lleva haciendo méritos todo el curso. El otro acaba de meter la directa y lo ha hecho como en los viejos tiempos. Hablamos de Cesc Fàbregas y Andrés Iniesta.

El primero está, por fin, cuajando una temporada regular en un Barça, el del Tata Martino, que por primera vez le ha dado galones de titular al mismo nivel de Xavi y el propio Iniesta. De hecho, es la primera vez que da la sensación de que Cesc está mejor que el propio Xavi y que el relevo en el Camp Nou está asegurado por ese lado. El de Arenys anda fino de cara a puerta (suma 20 goles en todas las competiciones), pero es que también ha empezado a ser clave en asistencias (10 en Liga, 2 en Copa) o en recuperaciones (3,2 por partido).

En el caso de Iniesta, su momento de forma óptimo ha tardado en llegar, pero desde que comenzó 2014, lo cierto es que el de Fuentealbilla ha comenzado a dar la imagen de tiempos pasados. Su recital ante el Rayo (asistencia de tacón incluida a Cesc para fabricar el gol de Pedro) fue continuación del dado ante el Sevilla. Sus números globales no son tan buenos como los de Fàbregas y los de Modric con sólo dos asistencias y dos goles en todo el curso. Sin embargo, y pese a ello, su sacrificio queda demostrado con un buen porcentaje de recuperación de balón, con 3,7 recuperaciones por partido, más incluso que el propio Cesc.

Duelo de titanes que apunta a recrudecerse en el tramo final de temporada, justo cuando la temporada empieza a estar en juego y estos tres titanes del centro campo empiezan a demostrar que están listo para dar su mejor versión del curso.

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