
El Real Madrid afronta el tramo más importante de la temporada (en dos semanas vuelve, por ejemplo, la Champions League) y eso sólo significa una cosa: arranca el momento de las decisiones importantes, ésas que consiguen títulos, marcan el devenir del club y, por extensión, afecta al futuro de un buen puñado de jugadores, bien sea para llegar al Santiago Bernabéu o para abandonarlo en busca de nuevas oportunidades.
En este último apartado cinco son los jugadores que parecen los más claros candidatos para dejar Concha Espina cuando finalice el presente curso. Morata, Casemiro, Di María, Coentrao e Isco son los favoritos. Hombres que, o bien se sienten descontentos con su situación actual con el club o a los que el club le interesa poner en el mercado para, así, hacer caja y afrontar futuras incorporaciones.
En el primer episodio, el de los descontentos, se pueden en cuadrar los dos primeros. Porque Morata y Casemiro han pasado de ser hombres, a priori, con un papel más o menos relevante desde su posición de suplentes habituales, a convertirse en meras figuras de relleno. Y ni siquiera eso. El brasileño, pese a la lesión de Khedira, apenas ha jugado este curso.
Su deslumbrante pretemporada ha dejado paso a un decepcionante año que se salda con apenas un puñado de partidos jugados y la sensación de que dejará el club este verano. Si no lo ha hecho todavía es porque Ancelotti lo necesita por si hay imprevistos de aquí a que termine la temporada. Pero una vez finalizado el curso, nada hace temer que se le pueda retener.
En cuanto al canterano, a Morata, los agentes y el padre del jugador buscaron en Londres la posibilidad de que fuera vendido el pasado mes de enero. Si no lo hizo fue porque, de nuevo, Ancelotti se cruzó por el camino usando, más o menos, el mismo argumento que sucedió con Casemiro. Los quiere a todos por si las moscas.En su caso, si finalmente se consuma la venta, sería siguiendo el modelo de Carvajal, esto es, adjuntando una opción de recompra futura.
Con los otros nombres la situación es algo más complicada. Isco, por ejemplo, aterrizó en julio de 2013 como fichaje estrella de los merengues, pero su bajada de rendimiento y los movimientos tácticos del equipo le han relegado a un puesto más que secundario que, obvio, no le tiene contento y podría hacer que se marchara en verano, eso sí, previo pago de una notable cantidad de dinero al Real Madrid.
En el caso de Coentrao, parece que su marcha será mucho más sencilla. El jugador quiere buscarse un hueco lejos de la capital (Mónaco y Manchester United ya lo quisieron en 2013) y en el club no le pondrán problemas para marcharse siempre y cuando haya un recambio. Alberto Moreno, del Sevilla, es el principal favorito.
Con Di María, sin embargo, la cosa cambia. Este año él mismo ha dejado entrever que se quería marchar si seguía sin jugar. Su titularidad en el mediocampo parece haberle calmado, pero en el club ya saben cómo se las gastan. Saben que pueden hacer caja con él y que su cartel es bueno en Inglaterra o Francia. Su marcha podría dejar dinero suficiente como para afrontar el fichaje de algún delantero estrella, como es deseo de Ancelotti.