Neymar es una bendición. Neymar es un problema. El jugador brasileño del FC Barcelona se ha convertido en una dicotomía con piernas. Un jugador que en apenas seis meses (los que han transcurrido desde que ha fichado por los culés) ha dejado tantos momentos de gloria como dilemas incómodos para una entidad que ya no sólo gira alrededor de Messi. 'O Rei' Neymar le ha discutido su trono.
Y ése quizá sea una de las principales consecuencias negativas que ha dejado el 11 blaugrana. Sí. Es cierto que ahora el Barça tiene una alternativa seria ante las ausencias de Messi.
De hecho, este miércoles, ante el Celtic, dio buena cuenta de ello con un partidazo perfecto al más puro estilo de 'La Pulga'. Sin embargo, ese protagonismo ha provocado ya algún episodio de celos por parte del jugador argentino. Celos deportivos y económicos.
A principios de curso Jorge Messi, padre y representante del crack se reunió con Sandro Rosell para pedirle explicaciones por los 40 millones que supuestamente ha pagado el Barça de comisión a Neymar en la operación que acabó con él en el Camp Nou.
Papa Messi quería saber qué había de lo suyo. Si Neymar había recibido semejante inyección económica, entendía que su hijo merecía un trato similar. De hecho, la petición de renovación que le trasladó aquella tarde tenía en esa comisión uno de los motivos del encuentro. Los otros son la renovación de Cristiano Ronaldo y el agujero que ha dejado el lío de Hacienda en las cuentas de Leo. Casi 25 millones de euros.
Hoy, el tema de la renovación de Messi y su, quien sabe, posible venta a final de temporada convulsiona Barcelona. Y todo arrancó precisamente con la llegada de Neymar y la dichosa comisión. Esa comisión es también un problema para Rosell. El primero realmente serio al que se enfrenta desde que llegó a la presidencia.
En primer lugar, porque le llueven peticiones para que explique claramente cuánto ha costado el futbolista. El club insiste en que fueron 57 millones, pero otras fuentes aumentan esta cifra hasta los 80 millones de euros, toda vez que no se incluye la dichosa comisión.
Un socio culé ha denunciado al presidente por desvío de fondos y, en caso de que prospere, Rosell deberá explicar si la comisión existe y en tal caso, en concepto de qué se abonó en su día.
Presión para Martino
Pero es que Neymar también es un problema en lo deportivo. Bendito problema, claro. Su exhibición ante el Celtic deja dudas de cómo debe jugar en el Barça. En los últimas semanas se estaba cuestionando su rendimiento comparado con el de Bale. El galés goleaba y asistía. A Neymar le costaba hacer ambas cosas.
Sin embargo, contra los galeses, jugando en el puesto de Messi, hizo el partido perfecto. Tres goles, dos asistencias, nueve kilómetros recorridos, un 90% de pases acertados, nueve tiros y de ellos, ocho a puerta... sublime. Ahora la patata caliente recae sobre el tejado de Martino. ¿Qué hacer con la dupla? ¿Dónde colocar a ambos cuando Messi vuelva a ser el de siempre?
El técnico ya tiró a un costado a Leo en algunos partidos, pero no para poner a Neymar de falso nueve, sino para que Alexis ocupara ese puesto. Quizá en los próximos partidos lo intente, pero ya con el brasileño.
¿Lo aceptaría bien Messi? ¿Confinará de nuevo a 11 a una banda en beneficio de Messi? Dudas y más dudas que se generan en torno al mismo nombre. Neymar. Un problema para el Barça. Bendito problema.
Entidades
Lionel Messi
Jugador del FC Barcelona
Sandro Rosell
Expresidente del FC. Barcelona
Envidia económica