Fútbol

El Real Madrid mejora su juego sin Khedira

Khedira, durante un partido frente a la Juventus | Reuters

El 13 de noviembre saltaron las alertas. Sami Khedira se había lesionado de gravedad. Aquella noche, en un amistoso con Alemania, el mediocentro del Real Madrid dijo adiós a buena parte de la temporada.

Seis meses fuera del campo. Ése será su periodo de convalecencia. En la capital se echaron las manos a la cabeza. Hoy, casi un mes después, casi nadie le echa de menos. El Real Madrid, hoy por hoy, juega mejor sin Sami Khedira.

Casualidades o no, lo cierto es que desde que el jugador alemán no está en el terreno de juego los blancos han visto como su fútbol se ha desatado. Cierto es que, casi en paralelo, se ha producido el retorno de un hombre clave como es Xabi Alonso. No menos cierto es que en el periodo en el que ambos coincidieron, el Real Madrid también sumó buenos resultados y él mismo, actuaciones más que decentes. 

El 7-3 al Sevilla o el 5-1 a la Real Sociedad son buena muestra de ello. Sin embargo, entre ambos resultados hubo algunos resultados de dudas, como la ajustada victoria ante el Rayo (2-3) o el empate frente a la Juventus de Turín en Turín (2-2), partidos ambos en los que Khedira fue titular de inicio. Duelos que no fueron los peores del germano esta temporada. En el comienzo del curso Khedira atascaba el juego de ataque merengue y no era eficaz en sus labores defensivas.

Sin él sobre el césped, el Real Madrid acumula números más que positivos. Ha jugado dos partidos de Liga, dos de Champions y uno de Copa con 15 goles a favor y sólo uno en contra. El equilibrio del que tanto habla Ancelotti es una de las claves de este vendaval de resultados.

Un equilibrio que se ha encontrado sin la aportación del alemán. Su ausencia ha hecho que el técnico haya pasado del 4-3-3 al 4-2-3-1, modelo en el que Modric, Casemiro o Illarramendi acompañan a Xabi Alonso y del que Isco es el principal beneficiado. El malagueño ha entrado con más frecuencia en el once y los blancos han visto como su juego es más fluido.

Y es que Khedira aportaba al Real Madrid básicamente tres cualidades. Capacidad para presionar, robar y llegar por sorpresa. Todo ello, claro, sin que la pelota circule por sus pies. La creación de juego no es el fuerte del germano. Ahora el Real Madrid sigue presionando y robando (Modric y Xabi se ocupan de esta tarea), pero a cambio, la creatividad ha aumentado.

Hay más recursos. Si es necesario realizar transiciones rápidas, el propio Isco o Modric se ocupan de lanzarlas a toda velocidad. Si es necesario tener la pelota y prolongar las posesiones, ambos también se ocupan en colaboración de Xabi.

Para colmo, los delanteros agradecen sus aportaciones. La capacidad de este trío para asistir a los atacantes es determinante. Pros y contras de la ausencia de un jugador, Khedira, al que por ahora no se echa demasiado de menos en el Santiago Bernabéu, más allá de la lógica tristeza ante la lesión de un compañero.

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