
La muerte de Nelson Mandela ha desatado todo un huracán de reacciones en todo el mundo. No hay lugar de los cinco continentes donde no se haya la mentado la pérdida de uno de los líderes más carismáticos e importantes del siglo XX, uno de esos personajes que cambió la historia del planeta.
Esas reacciones también han llegado desde el mundo del deporte, incluido el fútbol. El pasado viernes el Barça emitía una nota lamentando el fallecimiento del ex presidente Sudafricano.
"El FC Barcelona se suma a las muestras de condolencia por la muerte de Nelson Mandela y lamenta la pérdida del ex presidente de Sudáfrica, figura clave en la lucha contra el Apartheid. Mandela, que ha muerto a la edad de 95 años en Johannesburgo, fue el primer mandatario negro del país africano. En memoria de Mandela, el Barça jugará con brazalete negro este viernes contra el Cartagena", comunicó el club en su página web. Sin embargo, hubo un día en el que la entidad no mostró semejante gesto de respeto hacia el líder sudafricano. Fue el día en el que el Barça menospreció a Nelson Mandela.
Una comitiva desalentadora
Sucedió en 2007 tal y como recordaba este domingo Emilio Pérez de Rozas en Mundo Deportivo. El FC Barcelona se encontraba de viaje en Sudáfrica para jugar un partido amistoso contra el Mamelodi Sundowns. Era el mes de junio de la temporada en la que el club había perdido su la primera de las dos Ligas consecutivas que consiguió el Real Madrid con Ramón Calderón al frente de los blancos.
Fue una Liga perdida en el último partido con el añadido de que semanas antes el Getafe había apeado a los culés de la final de Copa tras remontar el 5-2 de la ida. Aquella noche en el Coliseum el Barça cayó 4-0.
Aquel amistoso, por lo tanto, fue visto como una suerte de engorro. Un mal trago que debía pasarse lo más rápido posible antes de que llegaran las vacaciones.
Dentro de los actos institucionales previstos por el club se encontraba el que para muchos deportistas y ciudadanos del mundo sería una oportunidad única. Una suerte de regalo caído del cielo. Conocer a Nelson Mandela.
Sin embargo, los jugadores y directivos del Barça no debieron de pensar lo mismo. Al acto sólo acudieron cinco jugadores del primer equipo, amén de tres directivos (Albert Perrín, Jacint Borrás y Agustí Benedito), Txiki Begiristain (entonces director deportivo) y Eusebio Sacristán (segundo entrenador). Joan Laporta, presidente, no acudió a la gira. No tuvo oportunidad de acudir al acto.
Entre los futbolistas, no estaban la mayor parte de pesos pesados del equipo. Sólo acudieron Thuram, Iniesta, Gio, Oleguer y Belleti. Ronaldinho, Deco, Valdés, Puyol, Xavi o Messi declinaron la invitación. Incluso Eto'o, símbolo del deporte africano, decidió quedarse en el hotel de concentración.
Con semejante nónima de jugadores, la presencia ante Mandela se convirtió en un desangelado encuentro en el que, eso sí, la emoción la puso Thuram. El francés rompió a llorar como si fuera un niño al conocer a su ídolo. Fue uno de los momentos más importantes de su vida, como reconoció él mismo el pasado viernes en la Cadena Cope.
No tuvieron que pensar lo mismo el resto de expedicionarios que decidieron obviar semejante evento. Hoy, tiempo después, todos lloran su ausencia.