Cuando el Real Madrid fichó a Gareth Bale, la directiva blanca presentó un dilema a Carlo Ancelotti. Había que vender a un jugador de ataque para hacer caja ante la importante inversión que supuso el galés. Ángel Di María o Mesut Özil debían abandonar la casa blanca.
Todos en el paseo de la Castellana creían que el italiano señalaría al argentino. Parecía más prescindible que el alemán. Sin embargo, 'Carletto' termino eligiendo a Mesut por su sacrificio por el equipo y porque le daría menos problemas si era suplente. Según las palabras del técnico, uno eligió pelear por un puesto y el otro decidió buscárselo en otro club.
La marcha del alemán cayó como un jarro de agua fría en una afición que todavía aún lo ve como uno de esos futbolistas imprescindibles para hacer que el cuadro blanco mejore su fútbol y, sobre todo, tenga más posesión del balón. Su capacidad para dar asistencias, además, ayudaba a hombres como Cristiano Ronaldo, a marcar día sí, día también.
Con datos en la mano, el luso sacó provecho en 27 ocasiones de los pases del germano. Özil sólo llegó a dar más pases de gol que Iniesta y Xavi juntos en sus dos primeras temporadas con el Real Madrid.
En la distancia Di María observaba el debate sabedor de que tendría que apretar los dientes para ganar en esta comparativa al germano. Hoy, tiempo después, parece decidido a conseguirlo. Los guarimos así lo indican.
Porque esta temporada Di María lleva más pases de gol que Mesut Özil jugando los partidos que el alemán ha disputado con el Real Madrid y con el Arsenal. Mientras que el 11 de los 'gunners' ha logrado dar cuatro pases en nueve partidos, Di María ha regalado, seis en doce duelos. Alguna, por cierto, tan espectacular como la rabona con la que Cristiano marcó, de cabeza, el 2-0 frente al Copenhague. Su media es ligeramente mejor que la de su ex compañero. En lo que a goles se refiere, uno y otro, Özil y Di María, también empatan a tantos, con tres dianas en lo que llevamos de curso.
Ancelotti, convencido
Los números, por lo tanto, están del lado del 'fideo'. Además, con su forma de jugar, especialmente a la hora de presionar la salida del balón rival, Di María se ha ganado el respeto de un Ancelotti que hoy lo considera titular indiscutible.
Cierto es que su estilo es más eléctrico que el de Özil, pero esas prisas las compensa con pases como el que generó para que Cristiano marcara el 1-0 ante la Juventus.
Por ahora Bale no puede quitarle el puesto. La presencia del galés sólo amenaza a Benzema porque ni Cristiano ni Di María son prescindibles. Tal es el grado de importancia de este jugador en estos momentos. A Di María, sin embargo, le queda ratificar estas buenas sensaciones con la que es su asignatura pendiente: la regularidad tanto física como de juego.
En el Bernabéu están acostumbrados a ver como se sale por momentos para, durante un buen puñado de partidos, volver a ser invisible. De lograr superar este mal, quizá en el Real Madrid más de uno empiece a preguntarse quién necesita a Özil teniendo a Di María en su equipo.
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Su gran rabona...