El español David De Gea es uno de los porteros con más proyección del mundo. A sus 22 años, el madrileño está en la agenda de los clubes más importantes de Europa y es uno de los principales pilares del Manchester United. Sin embargo, el camino del exrojiblanco hasta su asentamiento en la portería de los red devils no fue, precisamente, un camino de rosas. Así lo desvela Eric Steele, entrenador de porteros del equipo inglés hasta la marcha de Alex Ferguson.
En una entrevista a United We Stand, Steele (el padrino del portero en el club de Manchester) desvela que la llegada de De Gea a Inglaterra fue bastante problemática. En primer lugar, fue muy perezoso a la hora de aprender inglés, lo que dificultó su comunicación con el resto del equipo. Algo que se repitió en el resto de facetas: "Sus primeros seis meses fueron terribles. Sólo pesaba 71 kilos. Hemos trabajado con él dentro y fuera del campo para hacerlo más poderoso y hemos cambiado su estilo de vida".
Un estilo de vida con unos hábitos nada recomendables que desconcertaron a sus preparadores. Así, Steele aseguró que el portero era un ferviente consumidor de tacos: "Dormía dos o tres veces al día. Hacía su comida principal por la noche. Comía demasiados tacos". Otra de las cuestiones espinosas era su falta de adaptación a las dobles sesiones: "Terminaba el entrenamiento por las mañanas y cuando le decían que volviera por la tarde preguntaba por qué".
Un valor en alza
A pesar de todos sus problemas, el madrileño se ha ido convirtiendo poco a poco en uno de los jugadores más importantes de la plantilla que ahora entrena David Moyes. Según Steele, "es querido" por sus compañeros y cada vez está más asentado.
Además, el entrenador de porteros calificó a De Gea como "un activo a largo plazo" y habló de las grandes aptitudes que tiene bajo los palos: "Calma, serenidad y fuerza interior. Nada lo desconcierta. Jugando en frente de 76.000, no tiene problema. Muy pocos poseen eso".
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