
El Real Madrid apenas ha disputado dos jornadas de Liga y ya es un hervidero de sorpresas en un vestuario que apenas sale de una para meterse en otra. Si en el principio de Liga la suplencia de Casillas dejó descolocado al grupo, ahora le ha tocado el turno a la venta de Mesut Özil.
Nadie en el cambiador blanco lo entiende. Nadie lo comprende. La salida del jugador alemán pilló por sorpresa a la mayoría de sus integrantes. Algunos creían que era una broma. Otros pensaban que el club daría marcha atrás a última hora.
Sea por una cuestión o por otra, lo cierto es que la mayoría de sus integrantes prefirió ponerse la venda para no aceptar la realidad: uno de sus mejores jugadores abandonaba el equipo.
Y cuando lo hizo, las reacciones empezaron a bullir como un vendaval desatado. Reacciones internas, se entiende. De un móvil a otro. El enfado fue en aumento. De un futbolista a otro.
La plantilla se siente indignada. Una indignación que ayer se convirtió en realidad con las declaraciones de la mayoría de sus pesos pesados. Y todos, sin tapujos, hablaban de lo que entendían como una pérdida clave.
El primero y más claro en hablar fue Sergio Ramos. "Si yo decidiera en el Real Madrid, Özil sería uno de los últimos en marcharse del club", comentó.
Su amigo le defendió como hicieron otros que apenas llevan un mes en la plantilla. Es el caso de Isco. "Me pilló de sorpresa porque es uno de los mejores. Habría apostado porque se quedaba", comentó a la entrada de la concentración con la selección.
"Özil es uno de esos jugadores que marca diferencias. No hay nadie parecido a él. Se despidió el domingo de mí, pero creí que me estaba vacilando", afirmó Arbeloa.
El enfado de Cristiano Ronaldo
Entre las reacciones más virulentas a la salida de Özil se encuentra la de que Cristiano Ronaldo. Cuenta hoy el diario As que el luso se dedicó a hablar una y otra vez del asunto en la concentración de su selección.
"Estoy enfadado con la salida de Özil. ¿Cómo se puede dejar ir a un jugador así?", se preguntaba una y otra vez el futbolista referencia del Real Madrid, ése que encontró en el ya ex 10 blanco un aliado perfecto con 27 asistencias en las tres temporadas en las que jugaron juntos.
Quizá la más especial fue aquella que le dio en el Camp Nou, cuando el Real Madrid venció al Barça (1-2) para sentenciar la Liga de los récords. Pero hubo muchas más. De ahí su enfado.
Miradas acusatorias a Ancelotti
Él, como la mayoría de sus compañeros, apuntan a varias direcciones para explicar su salida. En primer lugar, al entrenador. El propio Özil colocó a Ancelotti como principal culpable de su salida, toda vez que, desde un principio, trató de convertir al mediapunta alemán en algo que no es: un extremo derecho.
Y como tal le pedía un sacrificio al que Özil no estaba acostumbrado ni en la era Mourinho. Más tarde, Carlo lo sustituyó en dos partidos consecutivos y llegó la explosión de un Mesut que vio peligrar su participación en el Mundial ante la llegada de Bale.
Pero los jugadores también señalan al club y a su necesidad de hacer caja ante la llegada de Bale. Creen que la entidad vendió al jugador más forzada por los números que por la realidad deportiva de lo que pensaban muchos de sus dirigentes. Y es ahí donde llega el debate ulterior
¿Realmente es necesario fichar a Bale si el precio es la salida de Özil? Una duda que planea en la mente de muchos jugadores que esperan que el rendimiento del galés sea tan bueno como las expectativas que ha creado.
En caso contrario, no perdonarán la salida de su mayor socio y aliado, de un alemán que, por cierto, no cobrará más en el Arsenal. Su sueldo apenas subirá en menos de un millón de euros y no tres como se había especulado en un principio.