Fútbol

El Barça aceptó negociar por Thiago porque Tito no lo veía un jugador clave

Thiago se ha despedido de sus ya ex compañeros | EFE

El FC Barcelona terminó vendiendo a Thiago Alcantara al FC Bayern de Múnich y lo hizo aceptando negociar un traspaso con el conjunto alemán y no remitiéndose a la cláusula del hispano-argentino. El motivo, desveladas las cifras reales del traspaso (de 21 millones de euros y no de 25 como dijo en un primer momento el Barça), no ha estado tanto en cuestiones económicas como en razones deportivas. Tito Vilanova dio el visto bueno porque entendía que Thiago no era un jugador clave para la próxima temporada.

Dicho de otra forma, Tito terminó dando la razón al propio futbolista. En el Barça no tendría los minutos que, presumiblemente, sí le dará Guardiola en el Allianz Arena. Y es que, en condiciones normales, si Tito realmente hubiera contado con Thiago, el Barça habría adoptado otra postura.

Se habría remitido directamente a la clausula de rescisión del jugador, por mucho que con este acuerdo los culés han conseguido sacar tres millones de euros más a la operación. La libertad de Thiago, en realidad, costaba 18 millones de euros, algo menos que la cifra finalmente abonada.

Es costumbre que el Barça (y la mayoría de clubes importantes) se nieguen a negociar por un jugador que consideran importante para su futuro deportivo. Aunque se sepa que el club comprador pueda pagar su cláusula, lo normal es que el cuadro de origen trate de retenerlo negándose a ese traspaso.

Sin embargo, fuentes cercanas al Barça confirman a EcoDiario.es que en el caso de Thiago fue distinto. La semana pasada el Bayern se puso en contacto con el Barça para comunicar que estaban interesado en el mediocentro. La reacción del Barça fue ponerse en contacto con el entrenador y preguntarle su postura al respecto. De ella dependería si se remitían a la cláusula o si aceptaban negociar por el jugador.

Tito les respondió que negociaran porque Thiago, aunque jugador importante, no tendría en su proyecto los galones suficientes como para que la entidad se negase en redondo a negociar. De ahí que la operación tardase en cerrarse dos o tres días, el tiempo que necesitaron ambas entidades en ponerse de acuerdo en cerrar la cifra definitiva.

Cierto es que, ante el interés del Manchester United, el Barça mantuvo la postura oficiosa de remitirse a la cláusula del jugador, pero en aquel caso, al contrario que en este, no hubo nunca un contacto formal entre los ingleses y la entidad blaugrana, como sí existió con el Bayern.

Con la llegada de Neymar, Iniesta bajará su posición del extremo izquierdo a la medular, con lo que la competencia para Thiago en el centro del campo aumentaría. Xavi, Cesc, y el propio Iniesta estaban por delante de Thiago. Si a ello se le une que la tercera plaza del mediocampo, la del pivote, es propiedad de Busquets, las oportunidades para el canterano culé parecían más bien escasas. De ahí la postura de Tito y el deseo de Thiago de buscar nuevas oportunidades.

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