
Thiago Alcantara se convirtió este martes en el jugador estrella de España en la victoria de la sub-21 contra Italia. Thiago, en realidad, se ha convertido, junto con Isco, en una de las estrellas de nuestro país en un torneo que se ha revalidado por la vía de la brillantez.
Contra los transalpinos, su hat-trick se convirtió en una exhibición de sus cualidades. Y con cada uno de esos tres goles, un escalofrío recorría la espalda de los directivos del Barça. Porque Thiago se quiere ir del Barça y esos tantos lo han disparado en el escaparate de Europa. Su permanencia en el Camp Nou peligra. Él lo sabe. Y el club, también.
Mientras, de su boca solo salen evasivas al respecto. Evasivas que suenan a certezas. "¿Qué va a ser de tu futuro?", le preguntaron anoche en todas las radios nocturnas de este país. "¿Las vacaciones? Bien, gracias", insistía.
Si Thiago quisiera quedarse en el Barça, ya lo habría dicho. Pero no. Responde con comentarios que regatean la cuestión. Y aquí, al contrario que en un proceso de renovación, no hay negociación abierta con la que sacar tajada en caso de que el chaval amenazase con irse. Si no declara su amor culé es porque, sencillamente, no se siente querido y busca la salida.
Su 'chollo'-precio (18 millones de euros hasta el 31 de julio) hace que sea un jugador pretendido por media Europa. Incluso por el eterno rival. En el Real Madrid no lo quieren. O mejor dicho, afirman que no lo quieren por cuestiones de señorío y respeto a un contrario.
Si Thiago jugase en cualquier otro club, el Real Madrid estaría llamando a su puerta una y mil veces. Como lo hace en el Barça, no llama. O al menos eso afirma su presidente. En el Camp Nou temen que haya cambio de planes si el fichaje de Isco no sale. El Real Madrid ya lo tentó hace dos años. ¿Por qué no lo haría ahora?
Mientras, en Inglaterra los grandes se rifan los piropos por el hispano-brasileño. City, United o Tottenham lo desean fervientemente. Se disputan al jugador y éste juega con el salario que cobraría y los minutos que disputaría en su nuevo equipo. Quiere más de ambos. Y puede conseguirlo.
Jugoso caramelo que parece complicado rechazar con los argumentos que le están exponiendo desde Barcelona. Los directivos le ofrecen el ejemplo de Xavi o Iniesta para convecerle de que se quede. Ellos también pudieron salir en sus primeras temporadas por no tener minutos, pero acabaron triunfando en el Barça y siendo los mejores en su puesto. Thiago podría ser el tercer tenor de este ejemplo.
Así al menos lo quieren los culés, aunque, hoy por hoy, parece complicado que se retenga a su perla. Y todo por una cláusula dichosa, esa que su agente, el hermano de Guardiola, le coló al Barça, la que reduce su clausula de 150 millones a 18 si no juega determinado número de minutos.