
El FC Barcelona tiene un problema. Valdés se marcha. El arquero internacional comunicó este jueves su adiós definitivo de la entidad barcelonista cuando acabe su contrato, en 2014. Toca buscar sustituto y entre los posibles candidatos emergen un sinfín de nombres. La mayoría de ellos tienen nombres de arqueros jóvenes y con proyección. Sin embargo, en las últimas horas ha tomado cuerpo un movimiento que suena a bomba de mercado: Iker Casillas
¿Sería posible fichar al guardameta del Real Madrid? La pregunta, a priori, tiene una respuesta negativa. Sin embargo, el fútbol ha enseñado a lo largo de los años que nada es imposible. Especialmente si hay dinero y voluntad de las partes. En este caso son tres: Casillas, el Barça y el Real Madrid.
La versión del Barça
La del club catalán, más allá de si se ha barajado o no esta opción, no tendría porqué ser negativa, toda vez que el mostoleño es un jugador de suficiente nivel como para defender con total solvencia la portería culé.
Las amistades de Casillas
Así pues, el foco se centraría en jugador y club de origen. Él, Casillas, se ha mostrado siempre se ha mostrado como madridista de pro. Su trayectoria y el hecho de ser capitán del Real Madrid apuntan a un 'no' como respuesta a esta opción. Sólo una posibilidad podría acercar al portero al Camp Nou: Mourinho.
Si el portugués siguiese en el Real Madrid, quizá Iker se lo pensaría. Además, tiene buena relación futbolistas del Barça, especialmente con los españoles. También con Messi, al que conoce personalmente y con quien mantiene una relación cordial.
Sin embargo, y por muy bien que se lleve con sus compañeros del Barça en la Selección, Mourinho no seguirá en el Real Madrid. Además, el portero ya ha expresado en alguna ocasión que le gustaría terminar su carrera en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde la cultura americana le atrae especialmente.
Una cláusula de escándalo
La tercera pata del banco, el Real Madrid, tampoco parece muy dispuesta a dejar salir a un futbolista con contrato en vigor y clausula elevada. Habría que pagar 150 millones de euros (más IVA) para que Casillas acabe en otro equipo. Demasiado dispendio para un club, el Barça, no especialmente sobrado en los últimos tiempos en materia económica.
Así pues, y aunque en Barcelona todavía existen ganas de devolver al Real Madrid un caso similar al de Figo, todo apunta a que Casillas seguirá en Concha Espina. El pelotazo del año (y puede que de la década) tendrá que esperar.