Víctor Valdés colocó este jueves una bomba en las oficinas del FC Barcelona. Bomba deportiva, se entiende. Bomba, veremos, si con consecuencias a corto plazo. La no renovación del arquero de Hospitalet provoca un problema considerable para la entidad blaugrana. Su decisión ha pillado a contrapie a sus directivos y sin sustituto conocido. Además, en el Camp Nou dudan: ¿vender ahora o esperar a su adiós gratis en 2014?
Es uno de los variados dilemas que ha dejado una decisión sorprendente en los tiempos, pero, sobre todo, en las formas. Y es que el representante de Valdés, Ginés Carvajal, y su padre llegaron ayer a la Ciudad Deportiva del Barça con la clara intención de mandar un mensaje directo a Zubizarreta.
"Víctor se marcha y por ello no queremos ni negociar. No queremos si quiera que se vea la cuestión económica como el motivo de su adiós", dijeron ambos al director deportivo culé.
Fuentes cercanas al Barça hablan de una actitud muy decidida que incluso sorprendió al propio Zubizarreta, especialmente por parte de su padre, quien, desde el minuto uno del encuentro, aclaró que Valdés no seguirá en el club a partir de 2014.
Visto lo visto, viendo que era imposible convencer al jugador, el club cambió de estrategia de forma radical. El objetivo último era tratar de frenar cualquier filtración a la prensa. El Barça no quería que el tema Valdés sacudiese a toda la entidad en un momento en el que la situación del equipo es una balsa de aceite. Más si cabe teniendo en cuenta que 24 horas, la noticia del fichaje de Guardiola por el Bayern había sido un terremoto para la Ciudad Condal.
El otro argumento es meramente deportivo. En el club creen que es mejor buscar al sustituto es mejor negociar sin ruido mediático, tal y como ha sucedido con operaciones anteriores como la marcha de Guardiola o las renovaciones de Xavi, Puyol y Messi.
De ahí que los directivos rogaran por activa y por pasiva a Carvajal y al padre de Valdés que no hablasen con ningún medio.
Ellos, sin embargo, se negaron. A media tarde mandaron un escrito a la agencia EFE para que ésta lo distribuyera a los medios a primera hora de la noche. El resto de la historia es de sobra conocido: la no renovación del arquero explotó en medio planeta fútbol con una virulencia esperable. Era el pelotazo del día.
¿Por qué esta actitud? Poco se sabe al respecto, pero fuentes del club entienden que a Valdés y los suyos no le sentó muy bien que Zubizarreta negase tajantemente las informaciones sobre la marcha del arquero. Él mismo y su agente se lanzaron al día siguiente a los medios de comunicación a dar la espalda a las palabras del director deportivo blaugrana.
Es el último episodio de un portero que ha mantenido ciertas relaciones rebeldes con la entidad culé desde que subiera al primer equipo hace ya casi 10 años. Su última renovación (2009) sus difíciles relaciones con algunos entrenadores o lo personal de su carácter le hacen ser una 'rara avis' dentro del vestuario culé.
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Valdés no renovará