
Aquello sucedió a finales de agosto. El calor apretaba en Madrid, pero en el despacho de Florentino Pérez en el Santiago Bernabéu el aire acondicionado daba a la estancia un ambiente fresco ante la tensa conversación que estaba teniendo lugar entre sus lujosas paredes. Cristiano Ronaldo y el presidente blanco discutían sobre la 'tristeza' del futbolista luso y su deseo de salir del Real Madrid si no cambiaban demasiado las circunstancias que le rodeaban.
Entonces llegó el órdago del mandatario: "Si te vas, trae el dinero para fichar a Messi". Cristiano no supo ni cómo reaccionar. Fue el punto y final a la charla. CR7 salió por la puerta más enfadado de lo que entró. Hoy por hoy está más cerca de marcharse que de quedarse.
La revelación de las palabras que se cruzaron uno y otro provocaron un terremoto en la casa blanca. Dos fueron las conclusiones que se sacaron. Una, que Cristiano se quería ir de manera inmediata con una oferta en firme sobre la mesa. La otra, que el presidente merengue tenía claro no dar su brazo a torcer. Concesiones cero. Caprichos cero.
Sin embargo, aquellas charla escondía más de lo que parecía. La referencia a Leo Messi no fue casual. La directiva del Real Madrid, encabezada por Florentino Pérez, alberga todavía la esperanza de poder dar un golpe de autoridad similar al que se produjo en 2000 cuando Luis Figo cambió el FC Barcelona por el club madridista. Florentino Pérez sigue soñando con que Messi se algún día jugador de su equipo.
De hecho, según El Confidencial, la renovación del argentino por el Barça hasta el año 2018 ha sentado como un jarro de agua fría en Madrid. Jarro de agua fría con espacio a la esperanza: el mantenimiento de la cláusula de rescisión del argentino en 200 millones abre la puerta a una operación que, financieramente, en Concha Espina no se considera tan complicada. Al menos en el lado de la cláusula.
Pagar 200 millones por un jugador como Messi es una 'ganga' factible, más si Cristiano Ronaldo termina saliendo del conjunto merengue. Hay que recordar que en Madrid no están dispuestos a sentarse a negociar por menos de 150 'kilos'. En tal caso, 'sólo' habría que buscar los otros 50 restantes. Asunto bien distinto es el sueldo de Messi (16 millones limpios como parte fija) y, sobre todo, la voluntad del jugador.
Y es que Messi sigue manifestando por boca propia y por boca de sus familiares y amigos, que quiere ser blaugrana hasta la eternidad. Palabras que, sin embargo, no coinciden con la información que, insiste El Confidencial, maneja el Real Madrid y su entorno. El argentino estaría algo cansado del ambiente político que rodea al Barça y también a la gestión deportiva de un equipo en el que la llegada de Neymar no haría más que eclipsar su importancia.
Estos pasos en la mentalidad del Real Madrid, siguen siendo pequeñas señales para la esperanza. "Esto sólo lo soluciona Messi", habría deslizado en los últimos días el propio Florentino Pérez ante la crisis merengue y para sorpresa de sus interlocutores. El asunto Leo parecía olvidado. En 2009, ante su inminencia retorno al club blanco, el ahora presidente menejó la opción de intentar fichar al argentino.
Él, Messi, reaccionó con celebraciones en las que se señalaba el escudo del Barça con especial reverencia. Nada de hacer casos a las informaciones que llegaban de Madrid. Informaciones que vuelven a la carga en el mismo sentido: el de tratar de hacer posible lo imposible. Como sucedió con Figo hace ya casi trece años.