Fútbol

El Atlético empieza a creerse su candiatura a la Liga frente a Barça y Real Madrid

Falcao y mucho más: eso es el Atlético de Madrid | EFE

La victoria del Atlético de Madrid frente al Granada (0-1) ha supuesto algo más que un triunfo para el equipo colchonero. Los de Diego Pablo Simeone siguen firmando el mejor arranque de la historia del club colchonero y, de paso, se aseguran llegar al derby frente a su eterno rival, dentro de dos semanas, por encima del Real Madrid, algo que no sucedía desde 1996, cuando lograron el afamado doblete de Liga y Copa.

Semejante derroche de optimismo, aunque sea estadístico, invita a muchos colchoneros a pensar que, sí, que esta vez sí, podrán hacer frente al Real Madrid y, sobre todo, al FC Barcelona en su deseo por alcanzar el título de Liga o, al menos, pelearlo. Una suerte de utopía (al menos en los últimos años) que, hoy por hoy, tiene posible alternativa.

Y es que en los últimos cuatro años, desde que los dos grandes de nuestro fútbol comenzaron a dominar el panorama del campeonato, no había habido ningún equipo que a estas alturas de campeonato se hubiera atrevido a toser a los dos gigantes.

Cierto es que buena parte de este panorama se debe al mal momento de los blancos. Sin el mal arranque de Liga de los de Mourinho, quizá el Atlético ahora no sería segundo. Sin embargo, y pese a ello, mantener sólo tres puntos de desventaja con respecto al Barça es, cuanto menos, meritorio.

Una solidez que esconde el trabajo de un grupo que es sobre todo eso, un grupo. Las grietas en el Atlético no existen. Se minimizan al ritmo de un bloque que lidera Falcao, pero en el que todos tienen un papel más que preponderante. Y el duelo de ayer fue buena prueba de ello. Con la expulsión de Mario Suárez, el equipo no sólo no se descompuso, si no que creció. Y si el colombiano no marca, ya lo hacen los secundarios. Enre, Diego Costa, Raúl García, Adrián... la lista es larga.

Para colmo, este equipo tiene compromiso. Los suplentes, habituales en la Europa League, juegan sus partidos a un ritmo intenso y lo dan todo como hacía tiempo que no se veía en el Calderón. Entrega que lleva el sello de Simeone.

La llegada del argentino a las filas del Atlético ha dado tranquilidad y un estilo reconocible por los aficionados como el que durante tanto tiempo les hizo grandes en España: equipo correoso, rápido, certero y con clase. Éso es el Atlético.

Para colmo, su presencia en el banco da equilibrio institucional. Si él sigue, parece que nada cambia. Que todo está en orden. Es lo que sucede con el caso Falcao. La posible marcha del colombiano no está traumatizando tanto al Atlético, entre otras cuestiones, porque Simeone se quedaría y con él, la clave del éxito.

Ingredientes que invitan a pensar en algo grande. Si el próximo domingo, en el Vicente Calderón, suman otra victoria más (frente al Betis), el siguiente duelo, el del Bernabéu, les hará ser segundos pase lo que pase. Si, para colmo, ése encuentro cae del lado colchonero será, esta vez sí, la confirmación de que el Atlético va a por el título. Carrera de fondo complicada, pero no imposible. Cosas más raras se han visto por la rivera del Manzanares.

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