
José Mourinho es un hombre de costumbres. Al menos así lo está demostrando con Raúl Albiol. El defensa valenciano del Real Madrid ha vuelto a convertirse en el denostado del equipo blanco. La pasada campaña ya probó con asiduidad las 'mieles' del banquillo.
Todo parecía que iba a cambiar en el curso presente. No ha sido así. El luso ha decidido dar los galones de tercer central a Varane. El internacional español deberá esperar de nuevo su turno. Y parece que, a tenor de lo visto, deberá esperar bastante. En los últimos choques en los que el portugués ha tenido que recomponer la defensa, nada se ha sabido de Albiol.
La culpa quizá la tienen los tres primeros duelos que jugó cuando Pepe se lesionó tras chocar con Casillas. Aquel día, contra el Valencia, Mourinho miró al banco y decidió que sería él y no el francés el que jugaría. Su actuación, aquella tarde, no destacó especialmente.
Sin embargo, las cosas se torcieron contra el Barça en el Clásico de la Supercopa. Albiol sufrió en el Camp Nou y el Real Madrid pudo salir goleado. Casillas salvó a los suyos de una goleada de escándalo. Para colmo, contra el Getafe, el defensa tampoco brilló. Más bien lo contrario. Un mal despeje suyo provocó la contra del 1-2 que, a la postre, daría la victoria a los azulones.
Mourinho miró a su jugador y le puso la cruz. Nunca más. Y así ha sido. No ha vuelto a disputar ni un minuto. Contra el Celta de Vigo, con un equipo roto por las bajas, el entrenador volvió a confiar en el joven central y éste, le respondió con un duelo sobrio. No siempre fue así.
Frente al Deportivo de la Coruña sufrió y fue culpable directo del gol de Riki. Ante el City no estuvo rápido en el tanto de Dzeko. Fallos que podrían haberle igualado al nivel de Albiol. Pero no. Mourinho sigue confiando en su perla. Un nuevo revés para un futbolista que podría volver a meditar su salida del Real Madrid en el mercado de invierno, pese a que su contrato, ampliado en verano, finaliza en junio de 2016.