Fútbol

Debate Atlético por Falcao: ¿vender para saldar deudas o vetar su salida?

Falcao celebra un tanto al Barça la temporada pasada | Reuters

El Atlético de Madrid se encuentra en una encrucijada. El caso Falcao les ha explotado en las manos y ahora deben tomar una decisión con la que gestionar otra nueva patata caliente.

La otra, ya saben, fue la del caso Kun Agüero. En aquel entonces la venta del argentino no solucionaba sus problemas económicos. La deuda era demasiado elevada. Hoy, sin embargo, todo ha cambiado. Dos años de duros recortes y esfuerzos varios han provocado que el Atlético tenga reducida en más de un 50% sus principales compromisos con Hacienda y la Seguridad Social, sus mayores acreedores hasta la fecha.

De ahí que la operación Falcao (55 millones, trece más que la del Kun) haya abierto un encendido debate en el seno de la entidad rojiblanca. Su salida saldaría estas deudas y permitiría al club empezar a funcionar con normalidad por primera vez en mucho tiempo. Sin embargo, el adiós del colombiano supondría un duro golpe deportivo ya no sólo para el equipo, sino para la gestión de su directiva. No sólo se marcharía del Atlético (algo posible), sino que lo haría al eterno rival (algo inaceptable).

Las cartas del Atlético

La pregunta está en si el Atlético de Madrid realmente tiene alguna opción de frenar esta operación. Recordemos que, en caso de llevarse a cabo, el conjunto merengue ejecutaría la clausula de rescisión del futbolista, algo ante lo que los colchoneros poco pueden hacer. O quizá sí.

En primer lugar, el club podría solicitarle a los blancos volver al famoso pacto de no agresión que evitó el fichaje de Agüero. En esta ocasión, en el caso Falcao, ambos clubes han suprimido cualquier veto precisamente porque el Atlético se podría liberar de tensiones económicas, pero si la presión de la hinchada es muy grande, Miguel Ángel Gil podría solicitar de nuevo a Florentino Pérez que no tocase a sus jugadores. Asunto distinto es si el Real Madrid aceptaría este cambio de panorama.

Además, tal y como ocurrió con el Kun, el club puede exigir que la cláusula sea abonada por el futbolista, esto es, que sea él quien pague los 55 millones de euros, algo que, obligaría a que el futbolista abonase también IVA y el IRPF. Así se dispararía el fichaje a cerca de 100 millones de euros y la haría casi inviable.

Sin embargo, la actitud rojiblanca en este caso es diferente que entonces. Aunque el enfado por las filtraciones merengues existen y son cada vez mayores (EcoDiario.es ya contó el gran malestar que se ha generado en el club con su vecino), son muchas las voces que piden a gritos la venta del futbolista.

El caso de Fernando Torres demuestra una operación así puede ser incluso positiva. Los 36 millones de euros que costó el jugador se reinvirtieron con capacidad suficiente como para crear un equipo más competitivo cuyas ventas posteriores, a su vez, generaron más ingresos para el club. Y los buenos jugadores siguieron llegando al Vicente Calderón. Si de paso se puede dejar a cero una deuda que hace dos años superaba los 150 millones de euros, el negocio sería redondo.

Pero esto es fútbol y aquí no sólo mandan los datos, sino también los sentimientos. Ver a Falcao goleando en la orilla del Manzanares con la zamarra blanca sería un golpe demasiado duro.

La división está servida y las tensiones en un club bicéfalo, también. Tenemos caso Falcao para rato.

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