
El Valencia Club de Fútbol cerró el ejercicio 2011-2012, el pasado 30 de junio, con un beneficio neto consolidado de 5,32 millones de euros, tras destinar 16 millones al pago de intereses de su deuda. El beneficio fue muy superior al de la temporada anterior -203.952 euros-, gracias a la venta de jugadores, que le reportó un resultado "por enajenaciones de inmovilizado" de 23,7 millones. Entre los traspasos correspondientes al pasado ejercicio fiscal destacan los de Juan Mata al Chelsea inglés, por 28 millones, y Mehmet Topal al Fenerbahçe turco.
Sin este beneficio de 23,7 millones por venta de jugadores, el resultado de explotación habría sido negativo en un millón de euros, y las pérdidas consolidadas habrían sido cuantiosas, al sumarle los 16 millones de gastos financieros, que son un lastre para la entidad por su abultada deuda. La cifra de negocio consolidada ascendió a 119,6 millones, un 2,4 por ciento más. De ellos, 42 millones fueron por derechos de televisión y 25 por participar en competiciones europeas.
Paga la subida del IRPF
A pesar de la contención salarial y el traspaso de jugadores con altos sueldos, los gastos de personal aumentaron un 14,7 por ciento, hasta 69,9 millones, debido a la subida del IRPF en enero de 2012, ya que los futbolistas suelen exigir un ingreso neto en los contratos, por lo que la subida fiscal la asume la empresa.
El club que preside Manuel Llorente propondrá a la junta general de accionistas una reducción de capital de 50,6 millones, casi la mitad, para absorber pérdidas de años anteriores. Si se aprueba, quedará con un capital de 51 millones y unos fondos propios de 58. El 70 por ciento de las acciones son propiedad de la Fundación Valencia CF y están pignoradas por la Generalitat en garantía de un aval.