
El debate sobre Sergio Ramos y José Mourinho tuvo el domingo, ante el Deportivo de la Coruña, un nuevo episodio escondido bajo el disfraz de cambio táctico. El defensa del Real Madrid abandonó el centro de la defensa y volvió al lateral derecho tras casi un año sin ocupar este puesto. El cambio fue entendido por el entorno de Ramos como otro 'pellizco' del entrenador hacia el futbolista.
Una forma, en definitiva, de 'forzarle' a jugar en una posición donde no le gusta y alejarle del lugar donde ha brillado en los últimos meses.
Ramos cuajó un buen encuentro y no desentonó en un puesto donde hacía tiempo que no se le veía. De hecho, su actuación contra el Depor fue de lo más destacado del partido. Subió con frecuencia y dio libertad a Di María para atacar con más solvencia hacia el centro.El lateral tenía que ocuparse de él y no del argentino. Mejor para el equipo. Mejor para todos.
Sin embargo, pese a ello, Ramos volvió a ser claro en la zona mixta del Estadio Santiago Bernabéu: "Yo ya he dicho que juego donde me pongan, pero siempre prefiero jugar de central que de lateral. Es donde más se pueden aprovechar mis cualidades y donde me siento más cómodo", comentó. El mensaje para Mourinho era, una vez más, evidente, abierto y claro.
Según ha podido saber EcoDiario.es, esta modificación táctica sorprendió (y no gustó) a Ramos quien lo entendió como un cambio táctico llamativo toda vez que el llamado para ocupar este puesto era Essien. Mourinho quería dar descanso a Arbeloa, pero la lesión del de Costa de Marfil hizo que no se pudiera ejecutar este plan A.
Sin embargo, el segundo capitán blanco entendió que sería Arbeloa el que ocuparía esta posición, pese al posible desgaste físico que ello pudiera conllevar. La rotación de Arbeloa se daría en Amsterdam (donde Essien ya estaría listo para jugar) para que pudiera jugar ante el Barça en el Camp Nou. No fue así. El elegido fue Ramos para que Varane, una vez más, ocupara el centro de la defensa como ocurrió contra el Manchester City.