
Esta fue la primera Eurocopa de Naciones que tenía a Alemania Federal como anfitriona y, lo que hacía al combinado germano favorito para alzarse con el título. Sin embargo, el campeonato tomo derroteros insospechados, sobre todo por la irrupción de una URSS dirigida por Valeri Lobanovsky que fue la gran revelación del Torneo y, por otro lado, la Holanda de Rinus Michels, que se alzó finalmente con un título en el que su delantero centro, Marco van Basten, dejó el que es, probablemente, el mejor gol de la historia de esta competición.
Alemania, anfitriona y favorita, venía de disputar la final de dos mundiales de manera consecutiva. Un equipo temible ahora con Franz Beckenbauer en el banquillo, que se reforzó con los Jürgen Klinsmann, Jürgen Kohler y Thomas Berthold; jugadores que posteriormente fueron estrellas mundiales.
Francia, que venía como vigente campeón, no fue capaz de defender título y quedó eliminada en la fase de grupos; igual que la España de Butragueño.
Otra de las grandes, Italia, firmó mejor participación con el polifacético Gianluca Vialli en la punta del ataque. Sucumbieron ante la URSS en semifinales.
La otra semifinal, la que disputaba Alemania Federal frente a Holanda fue, quizás, el mejor partido de esta Eurocopa. Se adelantaron los alemanes y los pupilos de Michels tuvieron que ir a remolque durante toda la segunda. Un penalti a favor que transformó Koeman les dio alas para que van Basten, con un auténtico golazo al filo del 90 diera a los 'narajas' el pase a la final (1-2).
La final más vistosa posible
URSS y Holanda, o lo que es lo mismo, disputaban la final dos equipos que había visto premiado su fútbol vistoso ante dos duros escollos como alemanes e italianos. El partido prometía por lo visto hasta el momento y no defraudó. Primero marcó Gullit y, después vino la obra de arte: van Basten enganchó una espectacular volea a centro de Arnold Muhren que perforó la escuadra de la porteria soviética (2-0).
Pese a empezar el campeonato como suplente (Rinus Michels apostó por Bosman), esta fue la Eurocopa de van Basten. Cinco goles lo coronaron como el máximo artillero pero, más que los tantos, lo más importante que dejó el mítico artillero de Ajax y Milán fueron algunas imágenes para el recuerdo.