El pasado sábado el Santiago Bernabéu vivió una escena sin precedentes. Iker Casillas abroncó de manera intensa a Sergio Ramos. El de Camas le respondió en pleno césped: "Tienes muy mala hostia Iker", le dijo. La segunda parte de este enfrentamiento se vivió en el vestuario blanco.
"No puedes dejarme en ridículo delante de todo el mundo. Estas cosas se hablan en el vestuario, pero no delante de todo el público", reprochó el defensa al portero ya en las tripas del Bernabéu. Casillas respondió con la misma intensidad, pero en tono más conciliador: "Es la tensión del momento, pero no quiero dejarte en ridículo. Estas cosas pasan joder, parece mentira que tú me lo digas", le trasladó el arquero.
Así fue la bronca a pie de campo.
Según Radio Marca, lo que no gustó a Ramos fue que, camino del túnel de vestuarios, el portero siguiera con la bronca que le había dado cuando, tras una falta de la Real Sociedad, el defensa le pidió que animara más e Iker respondiera con un sonoro "No me sale de los cojones".
Pese a estas escenas y las palabras altisonantes que se vivieron en el vestuario blanco, ambas partes entienden que lo sucedido son simples gajes del oficio y que no irá a mayores por cuanto es un roce que puede ocurrir en cualquier trabajo.
Vídeo: La bronca
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