Fútbol

Real Madrid y Barça sí son iguales... O, al menos, sus ex presidentes lo son

Florentino Pérez y Rosell, amenazados por sus predecesores | Archivo

¿Qué tendrá la presidencia de grandes clubes como el Real Madrid o el FC Barcelona para que, cuando se deja el cargo, surja la tentación de seguir manejando -o manipulando- el club indirectamente? Las directivas de Ramón Calderón y de Joan Laporta, dos años después de su retirada, continúan metiendo 'el dedo el ojo' -y nunca mejor dicho- a los actuales dirigentes de sus respectivos equipos.

El último en hacerlo ha sido precisamente el ex presidente del Real Madrid. Imputado por cuatro presuntos delitos de fraude durante su estancia en el club blanco, Calderón no deja pasar la más mínima oportunidad de intentar echar por tierra la gestión de Florentino Pérez. Ayer, en una entrevista a la revista Quality Sport, llegó incluso a tachar de "equipo provinciano" al equipo que él mismo dirigió entre 2006 y 2009.

Del actual presidente también criticó que no tuviera intención de renovar a Iker Casillas o que permitiese que fuera "la primera vez en la historia que un subordinado echa a un superior", refiriéndose a la dimisión de Jorge Valdano forzada por José Mourinho.

Pero Calderón no es el único que intenta desestabilizar la directiva responsable del club que otrora dirigiera él mismo. Esa actitud tiene también su reflejo en su homólogo en el Camp Nou, aunque en este caso la ejecución y las formas sean mucho más sibilinas que las del ex presidente madridista.

Los escuderos de Laporta

En este aspecto, Joan Laporta ha conseguido ser más sutil que Calderón, escondiéndose públicamente de comentar lo más mínimo sobre la actual administración de Sandro Rosell. Pero eso no quita para que no se sigan filtrando, como gotas en una humedad, críticas a la vigente gestión del FC Barcelona.

¿Cómo? A través de los que, en su día, formaron parte de su directiva. La semana pasada fue Alfons Godall, segundo de Laporta, quien recriminó a la actual directiva del Barça que no cultivara las "buenas relaciones" con la Federación y con los árbitros de las que gozaron durante la anterior etapa. Godall llegó incluso a insinuar una relación entre esas buenas relaciones y el éxito deportivo durante la era Laporta.

Y ayer fue el turno de otro de los ex directivos del hoy político independentista catalán que, cabe recordar, también salió del Barcelona salpicado por escándalos de espionaje y fraude en las cuentas del club. Xavier Sala i Martín arremetía contra Rosell asegurando que "ahora se encuentra víctima de sus palabras. Hizo campaña criticándolo todo (la gestión del propio Laporta) y ahora no hace nada", declaró a la agencia EFE haciendo hincapié en la gestión de los terrenos del Miniestadi culé.

Madrid y Barça no son tan diferentes

En más de una ocasión se ha pronunciado desde ambos bandos que Real Madrid y FC Barcelona no son iguales. Pero la actitud de sus respectivos ex presidentes se dirige en sentido contrario al sentir de equipo y aficionados: la crítica velada cunde en ambos ejemplos y ni Calderón ni Laporta dudan, incluso, en perjudicar la imagen y el prestigio del club al que profesan su afición para conseguir su objetivo: ser mejores presidentes, por KO, que los actuales dirigentes de Madrid y Barça.

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