La destitución del portugués André Villas-Boas como técnico del Chelsea va camino de convertirse en una excelente noticia para los intereses de la Selección española. Con el nuevo entrenador, Roberto Di Matteo, se abre una nueva oportunidad de volver a jugar para un Fernando Torres que había sido relegado al banquillo. ¿Recuperará la confianza que le permita volver a meter goles?
De momento, no. Aunque ya ayer fue titular de nuevo en el partido decisivo de la FA Cup frente al Birmingham City, Torres no estuvo metido en el partido y prolongó su mala racha de cara al gol. Tampoco el Chelsea dejó de ser ese equipo lento y sin recursos en el centro del campo que era con Villas-Boas, pero ya se sabe: a entrenador nuevo, victoria segura.
La nueva etapa del club londinense comenzó con una buena noticia, el pase a cuartos de final de una FA Cup en la que, con los equipos de Manchester eliminados, los blues han depositado todas sus esperanzas para esta temporada. Pero con un Torres todavía ausente, son otros los que tienen que hacer su trabajo y ayer correspondió ese papel al también español Juan Mata y a Raúl Meireles que pusieron el 2-0 definitivo en el luminoso.
El canterano del Real Madrid inauguró el marcador y fue el mejor de su equipo a pesar de que acabaría fallando un penalti, forzado precisamente por Fernando Torres. El Chelsea coge aire para afrontar lo que resta de temporada con la ilusión de esa FA Cup y de llegar lo más lejos posible en la Champions.
El futuro de los de Stanford Bridge puede ser clave en el éxito de España en la Eurocopa, sobre todo en el caso de Torres, cuya recuperación goleadora podría ser decisiva, como lo ha sido en años anteriores, en el devenir de La Roja.
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