Sergio Ramos se convirtió este domingo en el protagonista negativo del Real Madrid. Junto con Pepe, el central blanco protagonizó acciones duras que pudieron terminar con su expulsión. Entre ellas, la más evidente fue el codazo propinado a Diego Costa. El andaluz admite que la acción le pudo costar la expulsión.
"Si me ven, me expulsan. Quizá lo del domingo sobraba y lo admito. Sé que levanto el codo, pero en ningún momento para ir a hacer daño. Eso que quede claro. Esto sobra y debe ayudarme a aprender. Me pudo expulsar, pero también me llevé dos codazos", comentó Ramos en una entrevista en la Cadena Ser.
El futbolista admitió que desde que está jugando de central está viendo menos cartulinas, pero que esa situación tiene que ver más con la naturaleza del puesto, que con la realidad de un posible cambio de actitud.
"Cuando estás de central puedes adelantar la línea, presionar arriba, ir barajando situaciones de partido, y entre dos centrales lo puedes llevar. No tienes por qué ser más duro, quitando estos tres partidos que he recibido tarjetas, si estás bien al cruce no tienes por qué ser amonestado. Si estás de lateral, casi siempre te toca lidiar con la más fea, con los extremos más rápidos", aclaró.
A raíz de las polémicas arbitrales nacidas en las últimas horas, con cruce de acusaciones y sospechas blaugrana de favoritismo hacia los blancos, Ramos no quiso hacer leña del árbol caído. Y aclaró que la relación entre los internacionales de ambos conjuntos es perfecta.
"Aquí reina el buen rollo y eso no debemos perderlo. Hacemos muchas bromas con todo eso. Lo que reine en el vestuario es lo que se verá en el campo", matizó.