El París Saint Germain, con un futuro incierto en la Ligue 1, ha sumado otro nuevo nombre a los jugadores brasileños que han pasado por el club, con la reciente incorporación de Souza, con el que el equipo intentará buscar el toque técnico que le ha faltado recientemente.
"Soy un hombre de 29 años en el cuerpo de un niño de 18", cuenta el ex jugador del Sao Paulo (2003-2007) con una gran sonrisa. Menos de un mes después de su llegada a la capital francesa, Souza se muestra optimista y no ha perdido su buen humor.
Durante sus dos participaciones en partidos ligueros, el centrocampista brasileño ha podido comprobar las dificultades que le esperan en el París SG, con una derrota y un empate, y los nervios como factor común en el equipo que dirige Paul Le Guen.
En medio de la tormenta en la que vive el equipo desde hace meses, la llegada de Souza ha supuesto una luz de esperanza para los dirigentes e hinchas, que esperan que con él regrese la magia y la técnica al Parque de los Príncipes.
"Sé que hay expectación con mi llegada. Voy a intentar dar lo mejor de mí para ser ese centrocampista que hace falta en París desde hace tiempo (...) Voy a ser fuerte mentalmente. Para estar cinco años en un gran club como el Sao Paulo, hay que tener la cabeza bien asentada y ser regular", dijo.
Souza, que milita en un club europeo por primera vez en su carrera, se encuentra aún en la fase ilusionante del descubrimiento, recordando a sus compatriotas que pasaron por el club, como Rai, Valdo o Leonardo.
"He tenido muchas oportunidades para jugar en Europa, pero el Sao Paulo no ha querido nunca negociar. Cuando tuve la ocasión de venir a París, no lo dudé ni un segundo. El París Saint Germain es el equipo de Rai, Valdo, Aloisio, Leonardo. Es un honor seguir sus pasos", afirmó.
"El grupo es maravilloso, los jugadores vienen todos a verme para intentar hablar conmigo. Está Ceara, por supuesto, pero también Pedro Pauleta y Mario Yepes, que hablan nuestra lengua, o Bernard Mendy y Jerome Rothen, que intentan hablar portugués", añadió.
Al hablar de su primer partido con el equipo, ante Le Mans (0-0), Souza cree que le ha servido para tomar un primer contacto con la forma de jugar en el continente, que es "un poco complicada en Europa, donde el aspecto táctico es mucho más importante que en Brasil".
De momento, con la sonrisa siempre presente, tan sólo el clima parece desagradarle en esta experiencia, aunque reconoce que también tendrá que acostumbrarse a otra cultura, una nueva alimentación y una forma distinta de jugar y concebir el fútbol.
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