José Mourinho fue el gran perdedor del 'clásico' disputado ante el Barcelona. El técnico portugués descuidó el centro del campo, en una decisión que fue letal para los intereses del madridismo. "Si Piqué llamó chimpancé a Marcelo, sería para patearle la cabeza".
La gran duda residía en la formación que utilizaría el preparador de Setúbal. ¿Trivote defensivo o línea de tres mediapuntas por delante de Benzema?
Mourinho pecó de ambicioso, viendo el fantástico rendimiento que estaba obteniendo su equipo en la primera parte de la temporada. Pero se equivocó en el día menos indicado. El Bernabéu se harta de Cristiano.
La alineación de Mesut Özil fue la decisión que desequilibró el encuentro. Y no será porque no se viera que su rendimiento estaba en clara línea descendente. Talento tiene de sobra, pero su temporada está dejando mucho que desear.
'Mou' se la jugó con el alemán de origen turco y el error fue mayúsculo. Sacrificó a Khedira, el jugador que mejor ha sabido presionar al Barcelona. Jugando casi como mediapunta, Khedira ha 'mordido' al rival, haciendo gala de un físico fantástico.
Con Özil, el equipo perdió capacidad física en la medular, algo letal cuando enfrente estaban los Xavi, Iniesta o Cesc.
Además, Özil sería el principal culpable del 1-1, tras no defender con fuerza a Leo Messi en el centro del campo, lo cual fue aprovechado por el argentino para llegar en volandas a las inmediaciones del área blanca y dejar en bandeja el gol a Alexis. Özil, diez minutos después de comenzar el segundo tiempo, se marcharía del campo.
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La 'explosión' de Alexis