Fútbol

El Anzhi de Roberto Carlos se sube al jet de los lujos para triunfar en Europa

Roberto Carlos es el nuevo jugador-entrenador del Anzhi | Archivo

Hace mucho tiempo que el lujo y las excentricidades se instalaron en el mundo del fútbol para quedarse pero, ahora, un club está llevando esa tendencia al extremo: el Anzhi ruso de Roberto Carlos y Samuel Eto'o. Con el control del multimillonario Suleyman Kerimov, los fichajes deportivos no es lo único que llama la atención; el equipo juega como local a nada menos que... ¡1.800 kilómetros!

El Anzhi tiene su origen en la ciudad de Makhashkala, en la provincia rusa de Daguestán, pero Kerimov decidió cuando compró el club que la ciudad en que nacieron tanto él como su equipo no era digna de acoger a las estrellas con las que pretendía proyectar la imagen del Anzhi por todo el mundo.

Por ello, jugadores y cuerpo técnico se desplazaron hasta Moscú, donde viven y se entrenan diariamente. Pero el problema reside cuando llega el momento de jugar como local en su estadio: los integrantes de la plantilla que desde la semana pasada dirige el exmadridista Roberto Carlos deben viajar en avión una distancia de 1.800 kilómetros; aproximadamente, la distancia que separa Madrid de las Islas de Canarias.

Cada 15 días, según explica el diario As en su edición de hoy, el Anzhi cruza buena parte de la Rusia europea para jugar ante su afición, que ha encontrado en el nuevo conjunto la ilusión de poder ver, incluso, partidos de Champions League en Makhashkala. El jet privado del presidente sirve al equipo como avión oficial a bordo del cual viajan con todas las comodidades imaginables.

Una estrategia deportiva a cargo de Roberto Carlos

Los jugadores poco o nada tienen que objetar, ya que la decisión de Kerimov fue tomada a petición del propio Roberto Carlos, que exigió poder vivir en Moscú como condición para fichar por el Anzhi. "Sólo así se puede montar una estructura que permita traer a los mejores jugadores del mundo", asegura el laureado lateral brasileño.

Así, el equipo vive en las inmediaciones de unos campos a las afueras de Moscú que el Anzhi ha alquilado para los entrenamientos. Todos los jugadores tienen, además, una habitación en un complejo privado próximo a las instalaciones deportivas, de modo que se evitan las incomodidades de vivir en una ciudad tan ajetreada como la capital rusa. No obstante, la mayoría prefiere vivir en sus casas particulares, ubicadas en barrios residenciales.

Por ahora, el dinero no es sinónimo de éxito deportivo

Poco o nada tengan que ver tantas excentricidades, el Anzhi no termina de despegar en la liga rusa. Su entrenador fue destituido la semana pasada y su lugar lo tomó Roberto Carlos en un nuevo papel de jugador-entrenador. Aún así, el club presidido por Kerimov jugará el playoff por el título.

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