
La última jornada de Liga dejó en el Real Madrid una estampa inédita. El equipo blanco terminó el partido en Cornellá-El Prat contra el Espanyol con siete españoles sobre el campo, todo un récord para un José Mourinho que nunca ha apostado fuerte por los jugadores nacionales. ¿Tuvo algo que ver la españolización con la buena actuación de los descartados Sergio Canales y Pedro León?
El pasado sábado, dos fueron los grandes protagonistas de la jornada de Liga. Los exmadridistas Sergio Canales y Pedro León demostraron el mejor nivel con sus respectivos equipos y, de paso, se reivindicaron como los jugadores que fueron antes de su llegada al Bernabéu con dos tantos bella factura.
El éxito de los descartados por José Mourinho se presentó cómo una contundente respuesta al luso, de la mejor forma que saben hacer: con buen juego. Enseguida, empezaron a dispararse las críticas contra el técnico por su actitud frente a los jugadores españoles; éstos, que habrían demostrado su valía con creces, parecían haber sido descartados por el mero hecho de no ser portugueses o franceses.
En las horas previas al partido contra el Espanyol, empezó a hablarse no sólo de Canales y León, sino también de otros españoles que, aun formando parte de la plantilla del Real Madrid, parecían estar condenados al ostracismo.
El Callejón participativo de comienzos de temporada había quedado relegado al banquillo en favor de Kaká. Raúl Albiol, que tras las lesiones de Carvalho y Pepe tenía una oportunidad de oro para recuperar la titularidad, se estaba viendo seriamente amenazado por el joven Varane. Y Esteban Granero, que el año pasado parecía gozar de cierta confianza por parte del portugués, apenas había jugado unos minutos en esta temporada.
Pero un astuto Mourinho respondió al 'bofetón' de Canales y Pedro León haciendo jugar a más españoles que nunca en Cornellá-El Prat, como si quisiera recordar que si no contó con ellos no fue por su nacionalidad, sino por no haber dado el nivel que exige para jugar en el Real Madrid.
La mejor coartada: más españoles sobre el campo que nunca
Hasta cinco fueron los jugadores españoles que salieron al de titular contra el Espanyol. Todos los campeones del mundo del Madrid coincidieron sobre el césped del estadio de los periquitos: Casillas, Ramos, Arbeloa, Xabi Alonso y hasta el que parecía ya sentenciado, Albiol, formaron en el once inicial.
Pero Mourinho no se quedó ahí y quiso guardarse aún más las espaldas sacando en la segunda parte a dos españoles más: los dos canteranos Callejón y Granero dispusieron de sus minutos e, incluso, el primero le marcó un tanto al que fue su equipo antes de ser repescado por el Real Madrid.
De esta forma, 'The Special One' se inventaba una coartada para, en caso de que la actuación de su equipo no agradar a la opinión pública, nadie le pudiera reprochar su criterio a la hora de dejar fuera de sus planes a jugadores como Granero, Callejón o Raúl Albiol.
¿Circunstancial o habitual a partir de ahora?
La duda reside ahora en saber si la repentina españolización del Real Madrid llevada a cabo por Mourinho responde, simplemente, a una táctica más fuera de los terrenos de juegos o si, por el contrario, el luso reconocerá la buena actuación de los jugadores españoles y le dará más minutos en los próximos encuentros.
Lo más probable, no obstante, es que la alineación de Barcelona sea un espejismo y que, en cuanto los titulares lesionados cojan la forma de nuevo, los Callejón, Albiol y compañía regresen al lugar al que parecen condenados: el banquillo. Habrá que estar atentos a los planes de Mourinho.