
Lo que parecía un secreto a voces en Italia se ha confirmado. "No creo que Gasperini siga en el Inter", ha afirmado esta mañana el dueño de los neroazzurros, Massimo Moratti. Horas después, se confirmaba el cambio: el técnico del ex equipo de Mourinho ha sido destituido y en el horizonte tres nombres: Figo, Ranieri y Quique Sánchez Flores. Este último y su relación con Forlán (ahora en el Inter) pondrán morbo a las negociaciones.
El conjunto Italiano cayó este martes ante el modesto Novara y apenas suma un punto de nueve posibles en el arranque del campeonato. Datos nefastos para un equipo ganador que todavía vive a a la sombra de Mourinho.
El dilema ahora es por qué apostar. La opción más firme es la de Claudio Ranieri. El ex técnico de Roma, Chelsea, Valencia o Atlético de Madrid acumula la mayor cantidad de posibilidades al tratarse de un hombre experimentado que podría liderar un vestuario tan complicado ante una situación tan delicada.
El de Figo también cobra fuerza por ser todo un ídolo en la ciudad, un hombre que conoce bien al equipo y que, además, guarda buenas relaciones con la mayoría de jugadores de la actual plantilla. Ser alumno aventajado de Mourinho también le da puntos, pero su inexperiencia en los banquillos le afecta.
La tercera alternativa, la del morbo, es Quique. Moratti ya contactó con Jorge Mendes (actual representante del español) para sondear su fichaje. El presidente guarda buen recuerdo del técnico después de que su Atlético le ganara la Supercopa de Europa en 2010.
Además, las relaciones con su agente son excelentes. Así pues, sus opciones están vivas. Su único pero es la relación entre él y el uruguayo Forlán. La casualidad podría volver a reunirlos apenas unos meses después de un divorcio a carne viva.