
Los temores del Real Madrid parecen confirmarse: Neymar tampoco llegará al Santiago Bernabéu en el mercado invernal. Tras una conversación telefónica con su actual presidente, el delantero brasileño del Santos lo ha dejado claro: "Es definitivo, en enero también me quedo aquí". El sueño de Florentino Pérez deberá esperar hasta junio de 2012 o quizá cerrarse definitivamente. Dos emisarios del Barça podrían estar en Brasil para negociar su fichaje.
Santos debería haber tenido este lunes un encuentro con los dirigentes de su actual equipo para haber empezado a cerrar su renovación. Sin embargo, la cita nunca tuvo lugar.
La llamada de Luis Álvaro Ribeiro, presidente del Santos, fue más que suficiente para cerrar el pacto verbal: Neymar firmará un nuevo contrato en las próximas semanas y logrará igualar el sueldo que le ofrecían en el Real Madrid, esto es, casi seis millones de euros netos por temporada.
Su nueva vinculación se prolongará hasta 2016 y tendrá una cláusula de 55 millones de euros, diez más de lo que cuesta en la actualidad. Esa deberá ser la inversión final que Real Madrid (o Barça) deban hacer en caso de cerrar su fichaje.
Según el diario As, las palabras del delantero brasileño, pronunciadas a través de su padre a este mismo rotativo, esconden viejos y nuevos deseos. Los viejos: jugar el Mundial de Clubes y estar presente en el centenario del Santos (abril 2012).
Los nuevos: poder aterrizar en Europa en igualdad de condiciones con sus nuevos compañeros. "Si hubiera llegado a Europa a mitad de temporada, todo habría sido mucho más complicado", comentó uno de sus asesores a este periódico deportivo.
Esta novedad en el caso Neymar no pilla de sorpresa al Real Madrid. Los blancos ya pusieron la venda antes de que llegara la herida. Concretamente lo hizo Mourinho quién el pasado sábado dijo no querer más fichajes para el mercado invernal.
En el Bernabéu, sin embargo, respiran tranquilos sabedores de que el contrato privado firmado entre el club merengue y Neymar hace que el jugador, tarde o temprano, sea madridista. En él se incluye una fuerte penalización en caso de que no termine vistiendo de blanco.