Neymar se ha convertido de facto en el último objeto de deseo de Real Madrid y FC Barcelona. O mejor dicho, de Real Madrid y Sandro Rosell. El presidente blaugrana, en contacto constante con el presidente del Santos, mantiene la incorporación del brasileño como una prioridad para su proyecto a medio y largo plazo. Sin embargo, no todos en la entidad piensan como él. Entre ellos, Guardiola. El técnico ya manifestó públicamente en el mes de abril su voluntad de no fichar al ariete. Algo que no preocupa a Rosell. El dirigente podría barajar la incorporación del crack teniendo en cuenta la no continuidad de su entrenador. Algunas fuentes en Barcelona creen que el fichaje buscaría precisamente eso: que Pep no siguiera en Barcelona.
Según 'El Confidencial', la estrategia del presidente es kamikaze. Sabe a todas luces que ni la dirección deportiva, ni el banquillo culé desean la llegada de Neymar. De hecho, el nombre escogido por los técnicos habría sido otro. Oscar, delantero del Internacional de Portoalegre entraba como el número uno de los candidatos a convertirse en futbolista blaugrana tras las incorporaciones de Alexis y Villa.
Rosell se ha saltado esta lista para negociar directamente con el Santos la llegada de un hombre que no encaja en la pizarra del actual campeón de Europa. Guardiola cree que Neymar se parece demasiado a Messi, Villa, Alexis y Pedro. Es decir, que serían cuatro gallos para dos puestos, a lo sumo tres.
Algo que se uniría a la inmadurez del ariete como factor para desaconsejar su fichaje. Nadie en el vestuario apuesta por que el futbolista sería capaz de encajar demasiado bien una suplencia reiterada.
Las teorías del adiós de Pep
Por eso en la Ciudad Condal se han generado dos teorías al respecto. La primera apunta a la no continuidad voluntaria de Pep a partir de 2013, fecha supuestamente escogida por el entrenador para abandonar motu proprio el banquillo del Camp Nou.
Esto es: Guardiola renovaría a finales de esta campaña y en la siguiente diría adiós como el técnico más laureado del Barcelona. Quizá para dirigirse a la Premier, al Calcio, a la Selección o a un año sabático.
La otra teoría habla de la búsqueda forzada del adiós de Guardiola. Rosell, quién no mantiene demasiadas buenas relaciones con el entrenador, querría mandarle un mensaje con la llegada de Neymar. Quiere otro estilo. Cambiar de proyecto y el brasileño sería un mensaje evidente.
"Ya no cuentas", le vendría a decir. El proceso recordaría mucho a lo ocurrido en Madrid en 2003 cuando Del Bosque se marchó por la puerta de atrás para modernizar el club. El resultado fue bien distinto. Sólo el tiempo dirá si el patrón se repite en el Camp Nou.
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