Fútbol

El más que necesario fichaje de Cesc

Cesc Fábregas en una rueda de prensa en el Camp Nou | AFP

A estas horas, mientras escribo estas líneas, el fichaje de Cesc por el Barça todavía no es oficial. Bacalá. El pacto está hecho sí o sí. Fábregas vestirá de blaugrana por unos 40 millones de euros camuflados bajo la firma de Rosell, maestro de los números y las variables curiosas. En realidad el Barça sólo abonará 30 millones inmediato, cinco los perdona Cesc de su finiquito y los otros cinco llegarán a Londres por objetivos.

Con el ya casi ex-capitán gunner cerrado, el Barça completa el mejor centro del campo del planeta, casi me atrevería a decir que al mismo nivel que el de la Selección Española. Sólo el duelo Keita - Xabi Alonso desequilibra mi balanza personal hacia la Roja. Lo siento: Xabi es mi perdición.

Aún así, recitar la artillería creativa de violinistas culés acongojaría a cualquier rival: Xavi, Iniesta, Cesc, Busquets, Thiago, Keita, Afellay, Mascherano. Súmenle los que aprietan ya por detrás en el Barça B: Sergi Roberto, Kiko Femenía... Apuesto a que más de un equipo mataría por tener sólo uno de estos cracks en sus filas. Equipo blanco, por supuesto...

Ése es uno de los elementos que alguno cree que se puede volver en contra del fichaje de Cesc por el Barça: llega a un gallinero con demasiados gallos. Vamos, que no será titular y que gastarse lo gastado en un suplente traidor que emigró a Inglaterra es poco menos que un sacrilegio.

Niego la mayor. Lo grito con fuerza: Cesc es el fichaje más necesario en el Barça. Lo dijo en su día Guardiola: "Cuanto más centrocampistas, mejor". Los medios culés son su esencia. En el Camp Nou no sobra nadie.

La memoria, además, parece que algunos les falla la memoria. El año pasado la Ciudad Condal tembló con los problemas de Xavi, Iniesta acabó tocado la temporada en 2009 y 2010 y Thiago, por mucho que se le quiera encumbrar, no deja de ser un chaval del filial al que Guardiola dará bola progresivamente como hizo con Busquets y Pedro.

Conclusión: hace falta gente con la que refrescar un centro del campo que se enfrentará a seis competiciones duras (Supercopa de España, Supercopa de Europa, Champions, Liga, Mundial de Clubes y Copa del Rey). Y todo en un año pre-Eurocopa en el que apenas quedan fechas libres.

Si a ello se le añade que la exigencia del Barça es máxima (el bólido blanco de Mourinho amenaza constantemente) la conclusión es que Cesc es necesario y además, barato. Traer a un crack de sus características por apenas 35 millones de euros reales es toda una ganga. Y si no que se lo pregunten al Bernabéu, dónde Florentino ha desembolsado 30 en Coentrao. ¿De verdad que a estas alturas siguen pensando que lo de Cesc no es negocio redondo?

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