En el Real Madrid no ha sentado bien que Di María haya manifestado públicamente desde Argentina, donde se encuentra con su selección preparando la Copa América, su deseo de revisar su ficha.
El extremo es uno de los jugadores 'titularísimos' para Mourinho que menos cobra. Su caso puede asemejarse al de Pepe, a quien el Madrid fichó por 30 millones de euros y llegó con una ficha de 1.8 millones de euros -de las más bajas de la plantilla- y la promesa de una revisión de contrato. En el caso de Pepe esta revisión ha llegado tras cuatro temporadas.
Ángel Di María no parece dispuesto a esperar ese tiempo y desde Argentina ha dejado clara su intención de 'renovar' con el Madrid que, teniendo contrato hasta 2016, es una clara petición de un aumento de sueldo. "Estoy ansioso esperando la renovación. Me dijeron al llegar que si me iba bien en el primer año me iban a mejorar. Estoy nervioso por la espera", señalaba en la argentina Radio La Red.
Según informa hoy el diario Marca, estas declaraciones no han sentado nada bien en el Real Madrid, que quiere que estos temas se traten en privado y puede ver como se genera cierta presión mediática por la cuestión. El club teme que jugadores en una situación parecida a la del argentino sigan sus pasos y, pendientes de lo que ocurra con Di María, pidan un aumento de ficha.
La temporada ha sido buena para Di María, que se ha convertido en titular para Mourinho y ha cuajado una gran actuación, desvelándose como un jugador con una gran proyección de futuro. Por ello cree que debería estar situado en el mismo escalafón que el resto de 'titularísimos'.
Sin embargo, desde el Real Madrid se ha recibido con recelo esta petición al considerar que la razón que el futbolista podía tener se ha perdido al hacer públicas esas intenciones en las que el argentino iba más allá, e incluso insinuaba el interés de otros clubes: "Seguro que hay algunos clubes de Europa que me están viendo, pero yo estoy muy feliz en el Real Madrid".
De momento no ha trascendido ninguna respuesta por parte del club y no parece que el jugador haya recibido un tirón de orejas, pero el club se ha encontrado con una postura inesperada por parte de su jugador y que se considera totalmente equivocada.
A Mourinho, como máximo responsable de la parcela deportiva del Real Madrid, se le ha abierto un nuevo frente en este inicio de vacaciones ya que Di María pretende cerrar el asunto antes de que de comienzo la Copa América el próximo 1 de julio. Sin embargo el argentino con sus declaraciones ha incumplido una de las máximas del técnico portugués: los trapos sucios se lavan dentro del vestuario.
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