
Neymar no es todavía jugador del Real Madrid. Pero puede serlo en breve. Su fichaje por los blancos está avanzado entre dos de las tres partes (club y futbolista). Falta el acuerdo con el Santos. Los brasileños no lo pondrán fácil. Piden su cláusula (45 milllones) o una cantidad similar. Operación de calado que le equipara al Kun Agüero y que depende de un hombre: Kaká. El Real Madrid dará prioridad al delantero de moda si su compatriota sale del Bernabéu por 30 millones o más. | Interés del Inter por Kaká.
Es por eso que la operación de Neymar será de todo, menos sencilla. Encontrar club a Kaká es, hoy por hoy, una suerte de quimera. Nadie en el Bernabéu ha llamado preguntando por él.
Lógico: sus malas temporadas con los blancos y su elevadísimo sueldo hacen casi inviable que se marche por una cantidad como la que sueñan en Chamartín.
En las últimas horas el padre del brasileño se ha reunido con el Milan para vender la historia de que su hijo no se marcha, de que se queda en el Real Madrid. A estas alturas nadie sabe si la cita fue provocada por los rossoneri o si fue el propio Kaká el que la propició para colocarse en el mercado y empezar a correr el rumor de que tiene novias para dejar España.
La segunda opción es la que cobra más peso, toda vez que el futbolista parece tener ya claro que no contará para Mourinho, que no es una prioridad y que en el Bernabéu tragará mucho banquillo.
Solución: agitar el mercado y los titulares para que se genere ruido y empiece a gestarse futuribles ofertas. La estrategia continúa. Este miércoles se especula ya con una oferta del Inter por él que rondaría los 30 millones de euros.
La operación de autobombo iniciada por el mediapunta interesa en el Bernabéu. No cuentan con Kaká y esperan sacar partido económico de él. Siempre mayor a los 30 millones. La esperanza, según la Cadena Cope, es lograr 40, aunque suena a misión imposible.
Con un guarismo u otro, un ingreso de semejante calado permitiría al Real Madrid afrontar el fichaje de Neymar con tranquilidad, sin tener la sensación de que la inversión es arriesgada. El ariete tiene fama de jugador conflictivo y su juventud lo convierte en una incógnita.
Los plazos, por ahora, no presionan a todas las partes implicadas. Neymar podría esperar incluso hasta diciembre (las elecciones presidenciales en el Santos facilitarían su salida) y en el Real Madrid tienen claro que el jugador no es una prioridad siempre que el Barça no enrede con su incorporación inmediata.
Ingeniería de fichajes que podrían acabar con Neymar luciendo el 8 de Kaká. Ese es el deseo en la zona noble del Bernabéu.