
Nunca se había visto a Guardiola tan fuera de sí, tan ácido. Lo que muchos preveían tras el Clásico de Copa, se ha confirmado: Pep ya es otro. O al menos lo aparenta. Su 'rajada' en sala de prensa del Bernabéu contra Mourinho ha desenmascarado a un técnico desconocido hasta ahora. ¿Fue un calentón o responde a una estrategia meditada?
Ambas respuestas pueden ser válidas. Esto es: pudo reaccionar con más vehemencia de la prevista, pero con un guión firme o bien al revés, pudo actuar conforme a un plan, si bien imprimiéndole algo más de tensión en función de quién preguntaba y por qué preguntaba.
Hay una tercera vía, la que defienden muchos madridistas, que afirma que en realidad Guardiola es así, esto es: que por fin ha descubierto su verdadera cara, la de un profesional no tan pulcro y humilde como de él se opina.
Sin embargo, siendo quién es, todo apunta a que no se trata de un mero ataque de ira verbal, sino una línea que le permita quitar presión a sus jugadores y, de paso, frenar lo que en su criterio son un buen número de desmanes y ataques desmesurados que desde el Bernabéu, viajan camino del Camp Nou.
Guardiola contra la 'central lechera'
Y es que Pep está simplemente harto. De las acusaciones contra los árbitros, del supuesto favoritismo institucional, de las supuestas prebendas de los rivales, de las patadas a sus jugadores y, fundamentalmente, de los ataques personales que, entiende, le lanza buena parte de la prensa madrileña azuzada por la institución blanca.
Por eso ayer, a la primera pregunta formulada por un periodista madrileño, Guardiola explotó y soltó, casi sin pensárselo, su famoso discurso sobre Mourinho y su dominio de las salas de prensa.
"Es el puto amo", repitió con un tono que sonaba a reproche y ácida crítica. Reproche porque Guardiola defendió a Mourinho cuándo éste era segundo técnico del Barça. Ácida crítica porque trató de destapar al portugués y su falta de formas y educación. "Si no queréis sopa, vais a tener dos tazas", pareció decir a los allí congregados.
"Si Mourinho me llama Pep yo le voy a llamar a él José", explicó en un giro imprevisto. Hasta ahora 'The Special One era' señor Mourinho. También llamó la atención su forma de calificar a la prensa de Madrid. "No sé si José prefiere creer a los amigos de Florentino y a la central lechera antes que a mí", comentó.
Mensaje para su directiva
Esta última frase también señaló a la directiva del Real Madrid y afirmó que ésta cuenta con un altavoz que defiende a su técnico. Quizá en este último sentido lanzó un mensaje a los suyos pidiendo más arropo en la difusión de un mensaje ante los medios que sólo él defiende, toda vez que se ha convertido casi en el único portavoz culé.
La directiva de Rosell calla con frecuencia y Zubizarreta ejerce la función de una voz más, pero no con la fuerza que Valdano, por ejemplo, tiene en el Real Madrid.
Sea como fuere, lo cierto es que en estas últimas horas, Guardiola ha conseguido restar hierro al efecto de la Copa del Rey, esto es: apenas se está hablando de ese supuesto miedo blaugrana a su eterno enemigo tras caer en Copa. Toda la atención recae sobre él y su discurso, ese que bien pudo disfrazar de 'rajada' cuando parece que se trató de una sutil estrategia.