Iniesta fue confirmado ayer por Guardiola como una baja más que segura para el duelo de Champions entre Real Madrid y Barça por una contractura muscular en su pierna derecha. Sin embargo, el juego psicológico entre Pep y Mourinho y las informaciones que proceden del entorno del jugador y el club no descartan que el futbolista juegue en una técnica que el portugués ya usó siendo técnico del Chelsea.
Sería una forma de boomerang contra el técnico madridista, quién en varias eliminatorias de Champions (en una de ellas contra el Barcelona) afirmó que sus jugadores estaban lesionados para, durante el partido en cuestión, ponerles directamente de titulares o darles minutos durante las segundas partes.
Sea como fuere, la prensa que sigue al Barcelona deja en cuarentena la opción de una posible sorpresa. Esto es: Iniesta, lesionado o no, estará en el banquillo. En caso de que se confirme esta estrategia, Guardiola podría usarlo a modo sorpresa y como revulsivo en la segunda mitad.
El entorno del jugador ha sido el encargado dejar entrever que Iniesta podría tener unas mínimas opciones de jugar, por cuanto, antes de salir de Barcelona y tras el entrenamiento en el Bernabéu, hablaron siempre de 'molestias' y no tanto de lesión como tal.
Además, las ausencias en el resto de posiciones del Barça hacen que el KO del manchego tenga más peso todavía que nunca. Su presencia es necesaria más que nunca, aunque para ello haya que simular un posible milagro.
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